De Jong suspendió en San Paolo: Irrelevante en el juego del Barça

En el fútbol, tener una actuación irrelevante es en muchas ocasiones casi tan negativo como haber estado mal. Frenkie de Jong tuvo una de esas noches en San Paolo y prácticamente no hizo nada destacable en los más de 90 minutos que estuvo sobre el terreno de juego. El neerlandés tuvo que jugar aún menos centrado de lo normal por ese 4-4-2 que planeó Quique Setién​, y no se encontró a sí mismo en todo el encuentro.

El mediocampista no perdió demasiados balones, no tuvo errores de bulto e intentó moverse para recibir y hacer jugar, pero la realidad es que no hizo nada del otro mundo. No brilló en ningún momento y no hizo nada extraordinario, que es lo que se le debe pedir a un futbolista de más de 70 millones de euros. Tras salirse del mapa con el Ajax el curso pasado, al internacional 'orange' se le puede y se le debe pedir mucho más en partidos como el de Nápoles.

Ni Ernesto Valverde antes, ni Setién ahora, parecen querer apostar por el ex 'ajacied' en el centro del campo como mediocentro. Allí fue donde brilló en Amsterdam y donde demostró estar ya entre los mejores del mundo en ese puesto. En el Barça está jugando de interior o, como ante los napolitanos, incluso más escorado, y no está consiguiendo sacar su mejor juego. Cuando más lejos de la zona de creación más le cuesta estar conectado a su fútbol y al del equipo.

Su potencia, físico y buena conducción hicieron que en la segunda parte, con más espacios, pudiera hacer algo más, pero tampoco fue suficiente. Hizo varias internadas desde atrás, pero en ninguna logró finalizar la jugada con un buen pase o con un disparo. Fueron aventuras abocadas al fracaso que terminaron en la nada por su imprecisión. No se puede decir que no lo intentara o que se escondiera, pero en San Paolo no tuvo su noche.

De Jong, crítico con su actuación

Él mismo admitió en una entrevista para la UEFA que no estuvo bien y no tocó demasiado balón. El centrocampista siempre es muy crítico consigo mismo y en esta ocasión no fue menos. "Apenas toqué balón, es una pena. Hice un partido muy discreto, lamentablemente. Mi misión era quedarme atrás y esperar a tener que actuar, pero eso nunca ocurrió", afirmó.

El neerlandés también habló sobre el cambio de posición que volvió a tener contra los italianos. Parece que no le importa demasiado donde le ponga, aunque no consiga destacar como lo hizo en el Ajax jugando de mediocentro. "Tuve que jugar otra vez en una posición distinta, pero no importa. Puedo desempeñar esa tarea. Quizá hoy no, pero en otros partidos salió bien", aseguró.