En el partido contra el Sevilla, Ernesto Valverde decidió dar continuidad a los once hombres que hicieron posible la remontada contra el Inter de Milán en Champions League​. Entre ellos, estaba un Ousmane Dembélé que fue el elegido del Txingurri para ocupar el puesto de extremo izquierdo, que hasta este domingo era propiedad de Antoine Griezmann.

El 'mosquito' quiso devolverle la confianza al técnico extremeño y regaló un partido muy interesante. Su verticalidad y su desborde por la banda dieron profundidad a un FC Barcelona que parece más imprevisible cuando él está en el campo y, naturalmente, más peligroso en sus jugadas de ataque. Además, se entendió a la perfección jugando con un Nélson Semedo a pierna cambiada.

Lo más destacado de Dembélé contra el Sevilla llegó en el minuto 35, cuando tomó el balón por la banda izquierda, encaró a Diego Carlos, le dejó sentado con un gran amago y su posterior recorte y definió con serenidad, con el interior del pie, para alojar el balón al fondo de las mallas de Vaklic marcando el 3-0. Un jugadón solo a la altura de los mejores que puso al Camp Nou en sus pies.

En el segundo tiempo también estuvo bastante activo para encarar y buscar asociarse con sus compañeros. Incluso pudo anotar el segundo tanto en su cuenta particular cuando se quedó solo en el mano a mano con Vaklic, pero toda la serenidad que había tenido en el primer gol la perdió entonces, mandando el balón al segundo anfiteatro en un fallo cómico que demuestra lo que es Dembélé: a veces un genio y otras un desastre.

Pero, en líneas generales, el partido de Dembélé fue muy bueno pese a la horrorosa forma de terminarlo: siendo expulsado por un Mateu Lahoz con demasiado afán de protagonismo. Esta cartulina roja no le quita mérito a un Dembélé al que se le está poniendo cara de titular, especialmente si Griezmann sigue sin ponerse las pilas.

Griezmann, en apuros

Contra el Sevilla, Antoine Griezmann fue suplente por primera vez en la temporada y, aunque duela decirlo, el equipo funcionó mejor sin él en el campo, como había sucedido contra el Inter. Si Dembélé no vuelve a caer lesionado, es fácil pensar que el 'mosquito' le ponga muy complicadas las cosas al ex del Atlético, que deberá trabajar para mejorar sus prestaciones para no verse atropellado por su imprevisible amigo.