Dembélé volvió a un buen nivel ante el Villarreal

Tras terminar la pasada campaña, la planificación deportiva del FC Barcelona no contemplaba un futuro sin Ousmane Dembélé en la plantilla, salvo que el fichaje de Neymar se hubiese puesto a tiro y hubiese requerido la cesión del francés al Paris Saint-Germain. En el club mantuvieron la confianza en 'el mosquito' para darle una nueva oportunidad.

Tras un buen inicio en pretemporada que le hizo ganarse los elogios de algunos de los pesos pesados de la plantilla como Sergio Busquets, la mala fortuna se la volvió a jugar a Dembélé con una nueva lesión muscular a principios de temporada, en un partido contra el Athletic Club. Hasta este martes no volvió a los terrenos de juego.

La idea de Ernesto Valverde siempre fue darle minutos contra el Villarreal, pero la lesón de Leo Messi y su posterior cambio por precaución le dieron a Dembélé una nueva oportunidad de 45 minutos que no desaprovechó. El francés estuvo muy activo cuando salió al terreno de juego y aportó mucha verticalidad al equipo, algo necesario tras un primer tiempo falto de ritmo.

Dembélé volvió a dejar ver su versión más descarada y encaró a sus marcadores cuando pudo. El primer balón que tocó fue una rapidísima jugada suya por la derecha con un posterior centro medido que Antoine Griezmann no pudo aprovechar conectando un buen remate. Otra buena jugada del extremo galo propició una nueva ocasión, esta vez de Luis Suárez, que tampoco estuvo acertado.

La sensación que dieron los primeros minutos de Dembélé era que él era el agitador del partido y que todo se volvía más vertical cuando el balón estaba en sus pies. El paso de los minutos fue diluyendo sus jugadas, tal vez porque todavía le falta ritmo, pero lo poco que se vio de él sobre el terreno de juego gustó y dio motivos para confiar en su talento.

Dembélé, primera opción

Pese al espectacular rendimiento de Ansu Fati durante los últimos partidos, parece que Ousmane Dembélé goza de plena confianza por parte de Ernesto Valverde. Lo cierto es que ahora el FC Barcelona cuenta con dos futbolistas con mucho desequilibrio que pueden convertirse en una bpomba en un futuro cercano.