Francisco Trincao fichó por el FC Barcelona en enero de este 2020 a cambio de 30 millones de euros. El luso, que se quedó en el Sporting de Braga hasta este verano, se salió en la liga portuguesa y destacó en la Europa League antes de llegar al Barça. Su incorporación generó cierta ilusión en la parroquia culé, que esperaba que fuese una de las grandes revelaciones de la temporada en el extremo diestro.
No obstante, el primer año del portugués en el Camp Nou está siendo bastante decepcionante. El joven delantero de solo 20 años ha tenido oportunidades de sobra como para dejar algo que despierte interés, pero en los 16 partidos que ha disputado, prácticamente no ha hecho nada. Sus datos estadísticos se resumen en 1 asistencia en todos esos encuentros, y ese pase de gol podría no considerarse como tal, ya que fue ante Osasuna en el golazo de Leo Messi desde fuera del área tras una conducción del argentino.
En definitiva, el de Viana do Castelo no está dando el nivel que se esperaba de él y cada vez deja más dudas. Es evidente que tiene muchísima calidad y que técnicamente está muy bien dotado. Solo viéndole tocar la pelota uno se da cuenta de lo bueno que es con el esférico. El problema es que sus apariciones con el esférico son absolutamente inofensivas para el rival y contraproducentes para su equipo.
Trincao la pisa, desborda e intenta la jugada individual siempre que puede, pero prácticamente nunca llega a ningún sitio. Pierde demasiadas veces la pelota, en demasiadas ocasiones da un toque de más o hace un regate de más, y da la sensación de que no sabe cuando soltarla. Además, aunque es rápido, no suele aprovechar su velocidad porque le gusta demasiado recortar hacia atrás incluso cuando tiene ventaja con respecto a su marcador.
La calidad la tiene, la juventud también y las condiciones están ahí, pero en el campo el luso no ha demostrado absolutamente nada. No ha marcado ningún gol, casi no genera peligro real para la portería contraria y es demasiado individualista. Tiene mimbres para ser un muy buen futbolista, pero si no mejora su toma de decisiones, deja de ser tan inofensivo y aprende a ser más decisivo en sus intervenciones, se podría quedar por el camino.
Trincao debe dar muchísimo más
Por suerte para él, solo tiene 20 años y tiene mucho tiempo para mejorar, madurar y aprender tomar mejores decisiones. No obstante, su media de minutos por partido entre Liga y Champions es superior a los 30 minutos y ha tenido tiempo de sobra para demostrar mucho más de lo que ha demostrado. Ronald Koeman está confiando en él, pero no ha devuelto esa confianza ni con goles ni con buen juego, algo que debe cambiar si quiere seguir jugando con asiduidad.