El FC Barcelona llamó poco después de salir la información sobre una oferta del Manchester City para fichar a Marc-André ter Stegen al agente del futbolista. Una llamada tranquilizadora y con la que le dejaban claro que no saldrá este verano o, en caso de hacerlo, el equipo que lo quiera tendrá que pagar la cláusula de rescisión.
Una cláusula cifrada en 85 millones que le convertirían en el portero más caro de la historia. Muy pocos equipos podrían gastarse ese dinero en un portero y eso es con lo que juega el Barça. Desde la entidad culé se tiene muy claro que Ter Stegen es el portero del futuro y ese ha sido el mensaje que han querido transmitirse al entorno del cancerbero.
Con la confianza del cuerpo técnico y afición, el alemán es portero de presente pero sobre todo de futuro. De hecho, la próxima temporada Luis Enrique piensa seriamente en darle la titularidad en LaLiga, cumpliendo con las peticiones del meta.
También querían saber desde las oficinas del club en qué posición se encontraba el arquero respecto a su futuro. Y lo dicho parece que concuerda con las intenciones del club, aunque también concluyeron que el alemán hablará con Luis Enrique y su cuerpo técnico al inicio de la pretemporada para conocer su situación de forma directa.