Ílkay Gündogan se ha convertido en un jugador indiscutible en los planes de Xavi Hernández en el FC Barcelona. Lo ha jugado prácticamente todo y no parece estar por la labor de bajar el ritmo, porque es un futbolista muy solvente que puede aparecer en distintas áreas, asumir diferentes roles y empujar al equipo hacia adelante. El centrocampista de las mil pieles que tanto quería el entrenador egarense desde hace un buen tiempo. 

El paso del teutón por la Ciudad Condal no está siendo impecable y ha dejado 'señales' de que hay partidos que le cuestan mucho más que otros, pero es un jugador con tantos recursos y una calidad inagotable que resulta imposible que no se destaque cada vez que está sobre el terreno de juego. Hasta ahora, había aparecido mucho más como interior y también como el centocampista más adelantado, casi 'pegado' al delantero centro, pero ante el Sevilla ha cambiado su rol. 

Gündogan y su nueva 'cara' en el Barça

En varias oportunidades, sobre todo en partidos en el que el Barça estaba por detrás en el marcador, se había observado cómo Gündogan retrasaba su posición en la medular para dejar espacios y que Raphinha apareciera por el interior del cuadrado del centro del campo. El ex del Manchester City quedaba como un pivote, pero la demarcación no ha estado confirmada hasta el choque contra los hispalenses, este viernes en el Estadi Olímpic Lluís Compannys. 

Xavi volvió a dejar a Oriol Romeu en el banquillo y dejó al alemán como mediocentro puro, una posición que conoce muy bien, acompañado en principio por Gavi y Raphinha como interiores. En los primeros compases del encuentro, si bien a nivel defensivo no se le presentaron muchos problemas,  no estuvo especialmente acertado, aunque no desentonó. Compensó al equipo y se mantuvo firme para enviar balones profundos y aprovechar los espacios que podía dejar libre la defensa del cuadro andaluz. 

Fermín López, socio de lujo para Gündogan

La salida de Raphinha e ingreso de Fermín López le benefició enormemente. No estaba conectando muy bien con el brasileño, pero encontró en el jugador de La Masia a alguien que pensaba 'igual' que él y con el que desarrolló una muy positiva conexión para filtrarle pases y dejarle el carril libre para que fuese él quien apareciera en el ataque. El andaluz fue una máquina de 'ganar' espacios y fue el encargado de darle brillo al centro del campo. Gündogan dio un paso al frente con su presencia, pero ya después de que el marcador iba 1-0 volvió a jugar como interior tras el ingreso de Oriol Romeu.