Entre Todibo y Araújo, el Barça tiene clara su apuesta

Gerard Piqué es, desde hace años, el gran líder de la defensa del FC Barcelona y la idea es, desde hace un par de temporadas, que sean Clément Lenglet y Samuel Umtiti los que se disputen el puesto de central zurdo. En verano, fracasó la 'operación Matthijs de Ligt', por lo que la dirección deportiva decidió que sería Jean-Clair Todibo el que ocupase el rol de cuarto central.

El francés llegó el pasado mes de enero procedente del Toulouse, con apenas 19 años, como firme apuesta de futuro del FC Barcelona. Durante sus primeros meses, apenas tuvo oportunidades, participando solamente en partidos sin nada en juego. En el inicio de esta temporada, Ernesto Valverde parece haber dejado claro que todavía le ve verde para jugar partidos al máximo nivel.

De hecho, el Txingurri, en Ipurua contra el Eibar, prefirió darle la titularidad a Umtiti, que no estaba al cien por cien físicamente, antes que a Todibo. Ahora, la opción de que el francés se marche cedido en el mercado de fichajes de invierno está muy presente, y más después de que se haya destapado el interés de un club importante como el Bayer Leverkusen.

Además, según las informaciones publicadas por el Mundo Deportivo, el cuerpo técnico blaugrana parece tener muy claro que el cuarto central del FC Barcelona debe ser Ronald Araújo, central uruguayo de 20 años que actualmente juega en el filial y que llegó el año pasado procedente de Boston River a cambio de por 1,7 millones.

Valverde y su staff creen que el central de Rivera es una buena alternativa a la que recurrir si hay problemas de efectivos en defensa en lo que resta de temporada. El consenso es total y ven al uruguayo mucho más fiable que a Todibo para afrontar partidos exigentes, por lo que parece que Araújo va a ser el cuarto central.

Todibo y Araújo, de gran futuro

Independientemente de la predilección del cuerpo técnico por Araújo antes que por Todibo, lo que parece innegable es que el FC Barcelona ha hecho un gran negocio con ambos. El uruguayo costó 1,7 millones de euros, mientras que el francés solamente quedó 1. Ambos tienen un gran futuro por delante y su cotización ya está subiendo.