El FC Barcelona acabó la pasada temporada a modo de pesadilla: cayendo eliminado de la Champions League a manos del Bayern de Múnich con un 2-8 que sentenció a Quique Setién y que evidenció la necesidad de un cambio importante en el proyecto deportivo. Rápidamente, Josep Maria Bartomeu acudió a Ronald Koeman, que dirigía a la selección de los Países Bajos, para que liderase la revolución.
El holandés, que llegó al vestuario con las ideas claras y una fama de hombre con carácter, no tardó en comentarles a varios futbolistas -como Luis Suárez, Ivan Rakitic, Arturo Vidal o Samuel Umtiti- que debían buscarse equipo porque no entraban en sus planes. Ronald Koeman fue claro y directo con ellos, como también lo fue con los que sí contaba para su proyecto deportivo.
Empezó por un Leo Messi que, en ese momento, quería marcharse. Según las informaciones pubñlicadas por el diario 'Sport', las palabras de Ronald Koeman no convencieron al argentino para que se quedase, pero el capitán culé sí consideró muy interesante la propuesta del nuevo técnico, que le prometió entrenamientos de gran intensidad y un nuevo sistema táctico para que el equipo culé tenga nuevamente la capacidad de medirse a cualquier oponente.
Finalmente, Leo Messi se quedó, aunque no fue el único futbolista importante con el que habló. Otros como Philippe Coutinho, Antoine Griezmann o Sergio Busquets también pudieron conversar con un Ronald Koeman que siempre les habló de forma clara, cara a cara y sin entermediarios para no dar lugar a malentendidos. Sin amiguismos, pero con respeto y máxima exigencia.
Otros como Riqui Puig o Carles Aleñá también supieron de boca de Ronald Koeman que lo tendrían difícil para jugar, pero afrontaron el reto. Desde su llegada, el entrenador holandés se ha ido ganando a sus jugadores tanto por su filosofía de trabajo como por su trato personal y transparente con el vestuario. En poco tiempo, ha conseguido que el barcelonismo y los propios futbolistas vuelvan a creer.
Contundente también en público
Los jugadores también saben que Ronald Koeman es igual en la sala de prensa que en el vestuario, por lo que están expuestos a ciertos toques de atención. Sin ir más lejos, el técnico azulgrana dio un tirón de orejas a jugadores como Frenkie de Jong o Antoine Griezmann después del partido contra el Sevilla. Algo a lo que también tendrán que ir acostumbrándose.