La actualidad del FC Barcelona está marcada por varios nombres, y uno de ellos es el de Ousmane Dembélé. En apenas unas semanas, el de Vernon ha pasado de ser la gran esperanza tras un complicado mercado invernal a la enésima decepción por otra preocupante lesión, que ha obligado a los catalanes a dar un paso adelante y apostar, esta vez sí, por una incorporación de emergencia para el tramo final de la temporada.
Aunque de momento su futuro no va más allá de su recuperación, el debate sobre su continuidad sigue abierto. Llegó en 2017 como relevo de Neymar y desde entonces se ha perdido en polémicas por su comportamiento, ya corregidas en parte, y en unos problemas físicos que han convertido a una promesa de 105 millones de euros -más otros 40 en variables- con un potencial tremendo en poco más que un juguete roto.
Los responsables deportivos han empezado a trazar una estrategia para el galo, y de momento parece difícil que se le venda en verano. En primer lugar, porque está lesionado y en estas condiciones nadie apostaría por él a un precio aceptable, y en segundo porque a sus 22 años aún hay confianza en que pueda apartar esta desagradable fragilidad y explotar todo el talento que el Camp Nou sólo ha podido disfrutar a chispazos.
Eso no significa que no se estudien las alternativas para una posible salida, la mayoría basadas en el trueque. A día de hoy, no se esperan propuestas cercanas a los 80 o 100 'kilos' por las que los culés se plantearían decirle adiós, pero como hace unos meses, se analizarían posibles operaciones de intercambio como la que implicaría a Neymar y al PSG. El galo ya dijo 'no' a sus compatriotas, pero si se lo vuelven a preguntar habría que ver si no opta por una apuesta que relanzó a otras estrellas como Arjen Robben, agobiado por las lesiones en el Real Madrid y bastante recuperado en una etapa en la que se convirtió en referencia del Bayern de Múnich.
Dembélé tiene contrato hasta 2022 y oficialmente se insiste en que lo cumplirá, pero 2020 apunta a ser su última oportunidad. Directivos y técnicos no devaluarán al joven con sus declaraciones, pero es necesario que aparque sus dudas y sus desgracias y empiece a dar, y a darse, alegrías sobre el terreno de juego. Si llegados al verano de 2021 no se produce el estallido futbolístico que todos desean, habrá que plantearse seriamente si alargar la relación o terminarla de una vez por todas.
Dembélé sería el mejor 'fichaje' para el Barça
La presión para Dembélé es cada vez más elevada, porque es a la vez un gran 'fichaje' y también un argumento para conseguir otros. Si estuviera sano y conectado al equipo, ha demostrado que podría ser muy útil por su desborde y facilidad para generar asistencias y goles, pero es inevitable pensar que si se le traspasa, se podría reinvertir lo ganado en estrellas de la talla del propio Neymar o Lautaro Martínez. En los próximos meses tendrá que machacarse en su recuperación, ya que la fecha clave para valorar su etapa en la Ciudad Condal está a punto de llegar.