La renovación de Alejandro Balde era uno de los puntos prioritarios en la agenda del FC Barcelona para el mes de enero. Sin embargo, el mercado invernal cerrará este martes sin novedades sobre el nuevo contrato del canterano, cuyo futuro en el club sigue en el 'aire' gracias a los problemas del conjunto blaugrana con el 'fair play' financiero de LaLiga, principal obstáculo para reforzar la plantilla este mes.
En ese sentido, Joan Laporta tiene bien encaminada la firma del nuevo contrato del jugador de 19 años, si bien en este momento es imposible cerrar la operación. Con las firmas de Gavi y Ronald Araújo por hacer, Javier Tebas, presidente de LaLiga, ha dejado claro que el club deberá solucionar sus problemas con el margen salarial para inscribir nuevos jugadores, ya que el déficit acumulado para la próxima temporada alcanza ya los 200 millones de euros.
"En cuanto a las inscripciones que pueda hacer ahora, es verdad que tiene una cantidad por los ahorros que ha habido por Piqué y por Memphis, pero el Barcelona es el que deberá decidir", dijo el mandatario de la competición al respecto. Con Balde, el problema es que hay varios equipos en 'carrera' para ficharle en la próxima ventana de pases, principalmente en Inglaterra (Arsenal y Newcastle).
Con solo 19 años, Álex se ha ganado la titularidad en Liga bajo las órdenes de Xavi Hernández y vio minutos en el Mundial con España. Tres asistencias en 23 apariciones (todas en Liga) resumen su aporte ofensivo en la 2022/23, donde además ha logrado ser de la partida en partidos decisivos (como los dos Clásicos), dejando una muy buena imagen en el último disputado en Riad por la Supercopa española.
Laporta confía en retener a Balde
A pesar del complejo panorama financiero culé, Joan Laporta cree que el lateral terminará renovando a pesar de las demoras forzadas por el margen salarial. "La renovación va bien. Hay buena relación con su representante, Jorge Mendes. Quiere continuar en el Barça y lo tenemos todo encarado”, dijo el mandatario hace tres semanas. El plan de la directiva es extender su contrato dos años más, hasta 2026, con una cláusula de rescisión de 500 millones de euros.