La ventana de transferencias del verano se cerró este lunes. A última hora, el Barcelona anunció el traspaso de Jean-Clair Todibo al Benfica, en calidad de préstamo por dos temporadas, y a Rafinha al PSG por tres millones de euros en variables. Antes, las salidas de jugadores como Ivan Rakitic, Luis Suárez y Arturo Vidal por cantidades ‘simbólicas’ habían sorprendido a los aficionados blaugranas.

A  principios de verano, tras la llegada de Ronald Koeman al banquillo culé, se le comunicó a un grupo de jugadores “transferibles”, como expresó el presidente Josep Maria Bartomeu, que debían abandonar el Camp Nou durante el mercado de fichajes. El técnico neerlandés llamó a los integrantes de la plantilla con los que no contaba y comenzó la ‘Operación Salida’.

El uruguayo Luis Suárez fue uno de los primeros que buscó un nuevo equipo. Su traspaso a la Juventus era casi seguro, pero el tiempo que tomaba obtener el pasaporte italiano se excedía de los límites para la inscripción en la Champions League, un torneo en el que la Vechia Signora espera llegar lejos en esta temporada al mando de Andrea Pirlo.

Sin la opción del cuadro turinés, el ‘Pistolero’ terminó recalando en el Atlético de Madrid en una operación en la que el Barcelona se iba a beneficiar con sólo 6 millones de euros en variables. Seis años antes, en 2014, el club le había pagado al Liverpool 81,7 millones de euros por el delantero que terminó convirtiéndose en el tercer máximo goleador culé.

En el caso de Ivan Rakitic, que se marchó al Sevilla por 1,5 millones de euros más 9 en variables, cuando en su momento los blaugranas habían pagado 18 millones por el centrocampista croata. Con Vidal la historia fue muy parecida. El chileno fichó por el Inter de Milán de Antonio Conte por un millón de euros en variables. Una cifra más que simbólica. Dos años antes, los blaugranas pagaron al Bayern alrededor de 18 'kilos' para llevarle al Camp Nou.

El último que abandonó Can Barça fue Rafinha Alcántara, con destino parisino. El brasileño llegó al Parque de los Príncipes con un contrato por tres años que dejará tres millones de euros en variables al Barcelona, más el 35% de una venta.

Con las ventas, el Barcelona ingresó una cantidad de 1,5 millones de euros fijos y 19 en variables. La intención del cuadro blaugrana, sin duda, no era tener ganancias económicas por los cuatro jugadores, sino liberar la masa salarial del club que se elevaba hasta los 392M€. Sólo con vender a Suárez, Rakitic y Vidal, el Barça se ha liberado del 15% de ese monto, unos 58,8 millones, según datos del diario ‘El País’.

De jugadores a rivales

A pesar de haber reducido el monto correspondiente a salarios, el Barça ha ganado unos rivales que pueden hacerle mucho daño. Luis Suárez, en el Atleti, se enfrentará a su ex equipo el próximo 22 de octubre y de seguro tendrá muchas ganas de demostrar su talento en un Wanda Metropolitano en el que es muy difícil que el cuadro colchonero pierda puntos.

Ya Ivan Rakitic, en el Sevilla demostró cuánto daño puede hacerle al Barça como rival. Su desempeño en el partido del pasado domingo fue una demostración de la calidad que aún tiene. El cuadro sevillano, que se ha convertido en uno de los equipos más difíciles de vencer en LaLiga, peleará por el título con el croata dirigiendo el centro del campo.

Arturo Vidal, en el Inter de Milán, y Rafinha, en el PSG con Neymar Jr, son posibles rivales del Barcelona en la Champions League en caso de que superen la fase de grupos. Con la incorporación de dos potentes jugadores casi de manera gratuita, tienen más posibilidades de pelear por el título intercontinental y de reencontrarse con el Barcelona de Ronald Koeman.