Si bien es cierto que todavía se desconoce en qué equipo jugará Philippe Coutinho la próxima temporada, la realidad es que resulta complicado que el brasileño pueda formar parte de la plantilla culé que dirige Quique Setién, más allá de que eso sería del gusto del técnico cántabro. 'Cou' volverá al Barça de su cesión en el Bayern Múnich a finales de agosto, justo después de terminar la Champions League.
Entonces se verá qué pasa con su futuro, en busca de una salida que no parece fácil de encontrar. A día de hoy, son tres los principales problemas a los que se enfrenta el FC Barcelona para solucionar su situación, y el mayor de todos es el salarial. Y es que la junta de Bartomeu colocó a Coutinho un sueldo de unos 13 millones brutos por temporada, que le situó justo por detrás de Luis Suárez y Leo Messi en la escala salarial.
Su rendimiento no ha ido acorde a lo que cobra, y tiene colgado el cartel de transferible desde hace tiempo. El Barça ya sabe que no podrá recuperar ni mucho menos los 140 millones de euros invertidos en su fichaje, y actualmente buscaría un acuerdo por entre 80-90 'kilos'. A pesar de su buen nombre , sobre todo en Inglaterra, difícilmente algún club cumplirá los requisitos de pagar un gran traspaso y, además, el sueldo actual.
Coutinho tiene contrato vigente con los culés hasta verano de 2022 y, de momento, se descarta una nueva cesión. Una buena actuación en la Champions League podría abrirle las puertas de equipos como Arsenal, United o Newcastle, pero a día de hoy es complicado que el jugador acepte marcharse allí viendo notablemente rebajado su sueldo.
Poca motivación y obstáculo para los más jóvenes
Por otro lado, si se queda una campaña más en la plantilla del FC Barcelona, podría convertirse en un obstáculo para la progresión de algunos jóvenes talentos como Carles Aleñá, Riqui Puig, Ansu Fati, Ousmane Dembelé o también de estrellas consagradas como Antoine Griezmann, quien se encuentra todavía en plena fase de adaptación.
Ni en el club ni en el barcelonismo las tienen todas consigo si se queda. Porque, independientemente de su talento, si algo ha demostrado 'Cou' en el Barça es que le cuesta soportar la presión y rendir con el viento en contra. Preocupa su mentalidad y capacidad de motivación, y eso podría convertirse, a la larga, en una bomba que distorsionaría la tranquilidad del vestuario culé. Hay mucho que pensar, en definitiva, sobre el futuro del brasileño. Y con calma...