Cuando el pasado verano llegó al banquillo del FC Barcelona, Ronald Koeman era consciente de las dificultades económicas del club para fichar y por ello optó por pedir el regreso de Philippe Coutinho. El mediapunta brasileño comenzó la temporada a un buen nivel pero, tras una lesión muscular, no ha conseguido ser el mismo y desde el club se están planteando muy seriamente su venta inmediata en enero.
Sin embargo, las razones por las que el FC Barcelona desea traspasar a Philippe Coutinho en este mercado de fichajes de invierno son mucho más económicas que deportivas y no hablamos solamente del millonario salario del jugador (que alcanza los 12 millones de euros por temporada). Si el brasileño juega diez partidos más como azulgrana, el club deberá pagar al Liverpool 20 millones de euros.
Hay que recordar que el FC Barcelona fichó a Philippe Coutinho en enero de 2018 por una parte fija de 120 'kilos' que se podían incrementar hasta los 160 con los variables. De todas esas cantidades por objetivos, se incluía un pago de 20 millones de euros en caso de que el carioca alcanzara los 100 partidos con la camiseta azulgrana, algo que podría suceder en muy poco tiempo.
El FC Barcelona simple y llanamente no se puede permitir pagar 20 millones de euros al Liverpool y más teniendo en cuenta que Philippe Coutinho no está siendo determinante. Es cierto que el brasileño comenzó a un buen nivel, pero su rendimiento se ha apagado bastante en las últimas semanas y, en estos momentos, no es ni titular habitual, ya que el joven Pedri ha conseguido comerle mucho terreno.
Ni como interior ni como extremo
Philippe Coutinho jugó bien cuando Ronald Koeman le dio la mediapunta, pero en la plantilla hay jugadores que han demostrado rendir por encima del carioca en esa posición, ya sea el propio Pedri, Leo Messi o incluso Antoine Griezmann cuando goza de libertad. En cuanto Ronald Koeman ha tratado de escorar al brasileño en un costado, su rendimiento ha vuelto a caer recordando más a ese jugador que desesperó en 2019.
El técnico holandés incluso ha llegado a apostar por Philippe Coutinho como interior en un 4-3-3, que es el rol que el anterior secretario técnico Robert Fernández reclamaba para él cuando le fichó. Pero en dicha posición el carioca ha seguido siendo previsible. Un rendimiento que no justifica otro pago de 20 millones, aunque el FC Barcelona tendrá muchas dificultades para encontrar un posible comprador. En tiempos de crisis, pocos pueden desembolsar cantidades altas en traspasos y sueldos, y más por un jugador que no ofrece garantías.