Probablemente uno de los fichajes más ilusionantes de la temporada pasada fue Frenkie de Jong. Tras la exhibición de fútbol que dio el AFC Ajax, liderados por la pareja de holandeses más cotizada del momento, Frenkie de Jong y Matthijs de Ligt, el mercado se volvió loco por hacerse con cualquiera de los dos jugadores. A pesar de que ambos jugadores querían vestir de blaugrana finalmente solo lo hizo uno.
A pesar de no realizar un mal año durante la anterior temporada, hay que reconocer que el centrocampista no rindió a su mejor nivel. El principal motivo fue su ubicación en el campo; en el Ajax jugaba en el doble pivote con Lasse Schone, jugador que le permitía centrarse en la creación del juego y no en la destrucción del mismo. Tanto con Valverde como con Setién, se vio obligado a jugar de interior, lejos de su zona de actuación.
La llegada de Ronald Koeman a favorecido a muchos jugadores, pero sin duda, a Frenkie, sobre todo. El actual técnico del Barça ya había dirigido al joven jugador holandés en la Selección Nacional de Países Bajos. Él, mejor que nadie, conoce sus virtudes y sus defectos y ha sido capaz de cambiar todo el sistema táctico del equipo para darle lugar, en un doble pivote.
En el pasado partido ante el Celta de Vigo, sin duda, fue uno de los jugadores más destacados; sobre todo, en el primer tiempo. En todo momento destacó por dos de sus grandes virtudes: la recuperación de balón en intercepción de línea de pase y la conducción de balón capaz de superar líneas de presión. Al lado de Sergi Busquets, el futbolista se encuentra mucho más cómodo.
Un crack que no marca goles
Es muy importante contar con jugadores de la talla de Frenkie de Jong en una posición como en la que juega. No destacará por su presencia ofensiva, ni por su disparo de larga distancia, ni siquiera por sus asistencias de gol; esa no es su tarea. Ronald Koeman quiere que sea el encargado de dominar sobre la zona ancha y que tenga la posibilidad de romper la primera línea de presión.
No todos los jugadores del FC Barcelona tienen que aportar goles o jugadas ofensivas para hacer partidos destacables. El encuentro del holandés fue brillante. Sabe perfectamente que su tarea es la de dar balones, en condiciones, a los media puntas para que ellos puedan crear el juego ofensivo con comodidad. Incluso con 10, durante todo el segundo tiempo, su calma con el balón fue decisiva.
Frenkie de Jong, la brújula del Barça