ESCOPETA DE FERIA
Griezmann falló un penalti y tres ocasiones clarísimas en el primer tiempo
Publicación:7/11/2020 - 17:11h
Actualización:7/11/2020 - 21:21h
Antoine Griezmann siguió con su gafe de cara a puerta, y en la primera mitad frente al Real Betis se cubrió de gloria con un penalti errado y tres ocasiones clarísimas al limbo
Antoine Griezmann volvió a demostrar este sábado, en la primera mitad frente al Real Betis, que sigue siendo demasiado frágil mentalmente. El francés andaba falto de confianza desde hacía mucho tiempo, y pese a marcar en la jornada anterior ante el Alavés, ante los verdiblancos falló tres oportunidades clarísimas en la primera parte, poniendo el broche negro con un penalti que le paró Claudio Bravo.
Una primera mitad horrible para el francés en la definición, aunque no en el resto de aportación. Porque, a través de su juego y sus combinaciones, el '7' del Barça generó peligro constante hacia la portería de Claudio Bravo y lo único en lo que andó impreciso fue la puntería, como le había venido sucediendo desde el principio de la presente temporada 2020-21.
Koeman se desesperaba en el banquillo aunque intentaba que la procesión fuese por dentro, para que las cámaras no mostraran así un sentimiento que era compartido por todo el barcelonismo. El fallo en el penalti ya fue el colmo, y el propio Griezmann bajó la cabeza y puso la mirada perdida prácticamente hasta que el colegiado señaló el fin de los primeros 45 minutos.
El técnico holandés decidió no sustituirle para dar entrada a Leo Messi, y en vez de ello sacó del campo a un Ansu Fati mermado físicamente desde la jugada en la que provocó el penalti de Bartra. El español de origen bissauguineano, de hecho, sufre una rotura del meniso de la pierna izquierda y todavía se desconoce cuál será el tratamiento a seguir, así como el tiempo que deberá permanecer de baja.
Griezmann recupera la confianza
Sea como sea, el caso es que Griezmann al menos pudo recuperar la confianza y las buenas sensaciones en la segunda mitad. Puede que al francés le falle la puntería, pero no el sentido del oportunismo. Porque, una vez más, volvió a estar en el sitio correcto para rematar cuando Leo Messi dejó pasar un pase de Jordi Alba que iba dirigido a él.
El movimiento del astro argentino dejó completamente solo a 'Grizi', quien tan sólo tuvo que empujarla de forma sutil al fondo de las mallas para certificar su golito y, así, ahuyentar un poquito más a esos fantasmas del gol que le acechan de tanto en cuando. Ahora, dispondrá de un par de semanas para seguir desquitándose con la selección de Francia y venir después, si no hay lesiones de por medio, más entonado de cara al Atlético-Barça del 21 de noviembre.