Gerard Piqué, el "MVP" del Barcelona contra el Atlético

Imperial. Es el adjetivo que define mejor el partido de Gerard Piqué contra el Atlético de Madrid, perfectamente concentrado en todas las jugadas e insuperable en los contragolpes de los de Simeone. El central catalán del FC Barcelona ha empezado la temporada 2016-17 como la acabó: confirmándose como un jugador imprescindible en los partidos importantes del equipo azulgrana.

A lo largo de todo el encuentro frente al Atlético, Gerard Piqué supo sacar el balón controlado sin problemas desde atrás, regateando incluso a los delanteros rojiblancos, y en defensa secundó las coberturas a sus compañeros, robó balones y estuvo siempre atento en el marcaje.

Tuvo incluso alguna que otra ocasión de marcar gol en la segunda mitad, después de una jugada a balón parado en la que peinó un centro de Neymar Jr, marchándose el balón ligeramente desviado de la portería de Jan Oblak.

En lo que respecta al gol de Ángel Correa, pese a que el pase en profundidad del Atlético le cogió descolocado, no puede decirse que fuese culpa del catalán, sino más bien de un Mascherano que, con ventaja, resbaló y permitió que el argentino empatara el partido.

Gerard Piqué, si sigue jugando en los próximos partidos como hasta ahora, habrá conseguido el objetivo que se marcó: volver a ser el mejor central del mundo. Eso si no lo es ya, por supuesto, porque no hace más que ganarse elogios de parte de sus compañeros en el Barça.