El FC Barcelona cayó de pie ante el Real Madrid. Los blaugrana lucharon hasta el final para conseguir la victoria, pero no fue suficiente para imponerse ante los madridistas que supieron encerrarse en su campo y aprovechar las oportunidades que tuvieron en el área. En la segunda parte, la mejoría de los azulgrana fue notable y un bálsamo tras unos 45 minutos que sembraron dudas en el equipo, por el resultado en ese momento (2-0) y la puesta de escena de los culés.
Sobre todo en la primera parte, fueron muchos los señalados en Valdebebas, empezando por Ronald Koeman, entrenador culé. Ya la semana pasada, ante el Valladolid, habían quedado dudas con el planteamiento del neerlandés, pero un milagroso gol de Ousmane Dembélé en los últimos compases del encuentro aliviaron las preocupaciones. Sin embargo, ante el Madrid, la situación fue preocupante.
¿Se equivocó Koeman?
El neerlandés volvió a optar por el 5-3-2, el sistema que más le beneficia al Barça, pero con Ronald Araújo en la zaga defensiva, Frenkie de Jong en la medular y Antoine Griezmann en el banquillo. Los culés saltaron enchufados al terreno de Valdebebas, pero el Madrid también tuvo mucho mérito para neutralizar a casi todos los jugadores blaugrana en el campo y, sobre todo, el planteamiento de Koeman.
La lectura de Zidane fue estratégica. Lo más evidente, antes del partido, era que repitiera la alineación que usó ante el Liverpool, con un 4-3-3, pero el francés optó por jugar con Fede Valverde para cuidar su banda derecha con el uruguayo y Lucas Vázquez. El plan le salió de maravilla y en el primer tanto del Madrid, de Benzema, quedó evidenciado. El 'Pajarito' comenzó una carrera descomunal desde su campo, dejó retratado a la medular blaugrana, a Sergio Busquets principalmente, y paseó por el terreno como si estuviese solo. Jordi Alba, ni pendiente de él. Finalmente, esperó a Lucas, que se la cedió a Benzema. El galo definió a la perfección, de taco, imposible de descifrar para Araújo y Ter Stegen.
Allí estuvo el primer y más grave error de Koeman: los laterales. Ante la velocidad de Valverde y el gran juego ofensivo de Vázquez, el Barça quedaba en cuadros, sumando, además, el despliegue por la otra banda, con Vinícius Jr y Mendy haciendo uso constante de su velocidad. Sergiño Dest poco podía hacer ante los dos jugadores. Sin embargo, para suerte de los culés, Koeman reaccionó y dio un giro de 180 grados, que no terminó siendo suficiente (por mala suerte o decisiones arbitrales).
Fantasmas en la defensa
Araújo volvía a la titularidad y cometió pocos errores. Lenglet, igualmente, con algunos problemas para la salida del balón. Mingueza sí se vistió de héroe y anotó el tanto del descuento, además de sus constantes acercamientos al área de Thibaut Courtois. El canterano estaba en modo delantero. Sin embargo, los problemas llegaron por los laterales. Dest y Alba, que estaban siendo de los más destacados en las últimas semanas, quedaron retratados ante el Madrid (por mérito de Zidane, cabe aclarar).
En el segundo gol del Madrid, de Toni Kroos, se evidenció un error gravísimo de Dest que termnió despistando a Jordi Alba y Ter Stegen. El internacional por Estados Unidos desvió el esférico y confundió a sus dos compañeros. Si no hubiese hecho eso, la bola habría llegado a los guantes del guardameta alemán. Finalmente, en la segunda parte, Koeman se 'cargó' a Dest y su importancia para su planteamiento queda en duda.
Faltó magia en la medular
De Jong, Pedri y Busquets volvían a jugar juntos después de unas cuantas semanas. El reencuentro no fue el esperado y los tres pasaron desapercibidos en el Clásico, sobre todo Pedri. El tinerfeño, que estaba siendo un pilar del Barça, no fue determinante ante el Real Madrid y abandonó el campo en la segunda parte. Frenkie, por su parte, no tuvo su mejor partido y se complicó con la presencia de Casemiro. Busquets, uno de los más señalados, tuvo una participación muy irregular y quedó retratado en la carrera de Fede Valverde para el primer gol de la Casa Blanca.
Uno de los puntos más claves para ganar en Valdebebas era neutralizar a los centrocampistas merengues. Koeman era consciente que Kroos, Modric y Casemiro son los pilares en el Madrid y, en el Clásico, quedaron muy libres. Un punto que corrigió en la segunda parte, cuando el equipo reaccionó, pero terminó quedándose en nada por el 'aguante' de los madridistas en los últimos minutos.