Que Griezmann cada vez está mejor adaptado al FC Barcelona es algo que salta a la vista, y prueba de ello es que sus goles están llegando con facilidad en los últimos partidos. Este sábado, contra el Deportivo Alavés fue el encargado de abrir la lata con una diana en el minuto 14, que ya es la tercera en los últimos cuatro encuentros y la octava en el global de la temporada para el francés.
El '17' del Barça remató con la pierna derecha desde la frontal del área, gracias a un buenísimo centro desde la izquierda de Luis Suárez. Martín y el resto de la defensa del Alavés dieron demasiado espacio a Griezmann para rematar, y el galo no desaprovechó la oportunidad. Otro gol para su casillero, que le dará aún más confianza de cara al principio del próximo año 2020.
La aportación del jugador francés durante la primera parte, en cualquier caso, no terminó ahí. Luchó de manera constante por recuperar balones en la presión de balón, se desmarcó y combinó con criterio con sus compañeros, abandonando en muchas ocasiones la banda izquierda para meterse más por el centro, entre líneas y cerca de Leo Messi.
En el minuto 17 de partido reclamó un posible penalti en el área del Alavés, aunque el VAR determinó que no había nada punible y la acción continuó. Griezmann siguió peleando en cada jugada, y antes de llegar a la media hora de juego pugnó por el esférico con un rival y acabó cojeando después de un choque. Posteriormente recibió la amarilla por un agarrón a Pere Pons, y fue de los futbolistas más activos en el primer tiempo.
Griezmann le da un 'plus' al Barça
Si el FC Barcelona consigue que Griezmann siga mejorando y adquiera el nivel que lució en el Atlético de Madrid, sin duda los goles llegarán con facilidad y fluidez tanto para el francés como para Leo Messi y Luis Suárez, que pueden nutrirse de forma recíproca de sus respectivas asistencias.
La 'MSG' se va confirmando poco a poco como el tridente ofensivo más peligroso del planeta, independientemente de que todavía no está del todo engrasada. Hará falta seguir trabajando después de las Navidades con la ilusión de los títulos en el horizonte.