La Copa del Rey se ha convertido en la competición de Francisco Trincao, ya que Ronald Koeman ha decidido darle regularidad al joven portugués en las alineaciones titulares que ha usado en dicho certamen. Sin embargo, el exjugador del Sporting Braga no termina de engranar y, aunque en el partido ante el Granada generó algo de peligro, la mala fortuna y los nervios se hicieron presentes para evitar que el joven extremo pudiese anotar su primer tanto como barcelonista y rendir al máximo, una vez más.
Un disparo al travesaño y varios balones perdidos en la zona del campo donde estaba jugando marcaron el partido de Trincao, en cuanto a sus acciones personales. Sin embargo, hubo una particularidad que no se observó en televisión y que tuvo al portugués como protagonista, junto a sus compañeros Jordi Alba y Antoine Griezmann.
Según relata el diario Sport, durante la primera mitad, cuando el Barcelona ya se encontraba por debajo en el marcador, Trincao acumuló una serie de errores que condicionaron la tenencia de la pelota y que provocaron que Jordi Alba le llamara la atención desde el costado izquierdo de la defensa. Ante los gritos del lateral, Griezmann le pidió amistosamente que tuviera calma, consejo que el exjugador del Valencia tomó en cuenta, manteniendo así la compostura.
Este gesto significa una acción bastante linda por parte de Griezmann, ya que el francés está al tanto de la presión a la que Trincao ha estado sometido, dado su poco aporte cada vez que tiene minutos. Si alguien sabe lo que significa tener un cúmulo de tensión encima, es el ex Atlético de Madrid, quien ha sufrido de críticas y episodios desagradables desde su llegada al Barcelona, por lo que su muestra de compañerismo hacia el joven extremo no tuvo otro fin que colaborar con su situación y evitar que el portugués se condicione.
Griezmann, campeón del compañerísmo
La acción que Antoine Griezmann protagonizó junto a Trincao y a Jordi Alba, es tan solo una de las muestras deportividad entre compañeros que el francés ha dado esta temporada. El "Principito" ha hecho de mentor para las jóvenes figuras del vestuario, como Ansu Fati, Pedri o Riqui Puig, con quien celebró uno de los tantos anotados ante el Granada y se les ha visto compartiendo risas en los pospartido.
De igual manera, Griezmann buscó la cohesión entre sus compañeros durante el mes de diciembre, dando un regalo de navidad a cada uno de ellos. Estos detalles tienen un peso mayúsculo en un vestuario que necesita de la unión y el calor humano, para afrontar la temporada más difícil que ha tenido el Barcelona recientemente y, por supuesto, salir victoriosos de ella.