Antoine Griezmann ya es centenario con el FC Barcelona. El francés, que llegó al Camp Nou procedente del Atlético de Madrid en el verano de 2019 a cambio de 120 millones de euros, disputó ante la Real Sociedad su partido número cien con la elástica azulgrana. Se mostró muy participativo en el enfrentamiento, poteciando el ataque de los suyos, y solo le faltó el gol para cerrar una noche en la que todo el Barça estuvo muy acertado, más allá de la presión de los realistas en los minutos finales.
El 'Principito' ha iniciado su tercera temporada con el club de la Ciudad Condal, registrando 78 partidos de LaLiga, 16 de Champions, 9 de Copa y 3 de Supercopa de España. En este tiempo, ha firmado 33 goles en total, convirtiéndose en el segundo máximo goleador francés del Barça, solo por detrás del histórico Thierry Henry, con 49 dianas a su nombre.
En cualquier caso, Griezmann no ha tenido un comienzo sencillo en el Camp Nou. Desde su aterrizaje en la Ciudad Condal, tuvo muchas dificultades para adaptarse al equipo y problemas para ocupar su posición ideal, en la que ya había demostrado todo su potencial con la camiseta del Atlético de Madrid y la selección de Francia. Ahora, de Mâcon tiene un reto mayúsculo y la oportunidad de demostrar ser la 'estrella' por la que los azulgrana apostaron en 2019.
Tras la salida de Leo Messi del club, a consecuencia de la delicada situación económica, Griezmann es uno de los jugadores llamados a subir un escalón y plantarse como un líder para el Barça en el campo. Tendrá más libertad en la ofensiva y 'peso' en el equipo, por lo que es un momento en el que el francés tendrá que dar un paso al frente en esta temporada.
Clave ante la Real Sociedad
Lo cierto es que tras una muy positiva pretemporada con el Barça, 'Grizzi' ha comenzado el curso 2021-2022 con un partido muy positivo ante la Real Sociedad, equipo donde dio sus primeros pasos como futbolista en España. El francés estuvo muy activo, participativo y en modo líder en el campo, una muy buena noticia para la afición azulgrana.
Estuvo a punto de levantar de sus asientos a los culés en el Camp Nou en dos oportunidades. Un remate acrobático y un cabezazo al larguero fueron sus dos ocasiones más claras, además de un gol anulado por fuera de juego y su conducción en la jugada del gol de Sergi Roberto que sentenció el partido ante los realistas.