Del mismo modo que el FC Barcelona a nivel colectivo, Antoine Griezmann ha tenido luces y sombras en este inicio de competición. El francés, junto a Frenkie de Jong, fue el fichaje 'galáctico' del equipo azulgrana el pasado verano, algo que ha pesado bastante en las expectativas que se han generado alrededor de él y su influencia en el equipo.
Especialmente porque Griezmann llegó al Camp Nou después de ser el gran referente ofensivo del Atlético de Madrid durante varios años. El mismo es consciente de que debe aprovechar la oportunidad que se le ha presentado de jugar en un equipo que le brindará la posibilidad de pelear por todos los títulos durante las siguientes temporadas.
Pero Griezmann no decidió fichar por el FC Barcelona por optar a más títulos y así lo desveló en una reciente entrevista con Uefa.com. "No abandoné el Atlético de Madrid para ganar la Champions League o para ganar más trofeos. Vine aquí para aprender un nuevo estilo de juego, para adoptar una nueva filosofía y tratar de mejorar y aprender cosas a nivel personal", explicó.
El delantero azulgrana dejó claro que en el Atlético también podía luchar por los títulos, por lo que su decisión de aceptar la propuesta del Barça no iba por ahí. "Mi objetivo era aprender algo nuevo porque no hay duda de que el Atleti puede ganar la Liga y la Champions League en cualquier momento. Su equipo es bueno y su entrenador también", sentenció.
Griezmann también recordó con cariño su etapa en la Real Sociedad, donde comenzó a brillar en el fútbol español. "Allí no miran tu talla o si eres rápido. Lo único que importa es el césped, la pelota, tu talento y si puedes llegar lejos. Creo que fue bueno para mí empezar allí. Aprendí mucho sobre la posesión del balón y el fútbol ofensivo", concluyó.
Paciencia con Griezmann
Antoine Griezmann todavía no acaba de arrancar en el Barça. Es cierto que el delantero francés ha tenido partidos muy grises en los tres meses que hace que empezaron las competiciones oficiales. Confinado en el extremo izquierdo, ha desaparecido en múltiples ocasiones y no se le ha acabado de ver cómodo pese a que su estilo de juego asociativo debería lucir más que nunca vestido de azulgrana. Pero la calidad la tiene y, con el tiempo, el barcelonismo espera ver su mejor versión.