Antoine Griezmann fue el fichaje estrella del FC Barcelona 2019-20, y poco a poco, empieza a encontrarse cómodo en el equipo. En las últimas semanas de 2019, el de Macon ha logrado apartar las dudas que le perseguían desde el verano, porque no lograba encajar en un sistema muy distinto al que le hizo grande en el Atlético de Madrid y la selección francesa. Estadísticas, y sobre todo sensaciones, le tienen hoy más tranquilo.
Más minutos junto a Leo Messi y Luis Suárez y un mayor conocimiento de sus compañeros han servido al francés para dar un paso adelante, y aunque todavía está lejos de su mejor versión, acumula ocho goles y cuatro asistencias en 23 partidos. Solamente uno de ellos llegó en la Champions League, y el resto de su aportación se ha centrado en LaLiga, en la que recientemente ha confirmado su mejoría sobre el césped.
Es precisamente en el campeonato de la regularidad donde el galo retrata la planificación y el poder mediático del Real Madrid, agobiado desde el adiós de Cristiano Ronaldo por la escasez de sus delanteros. En la capital, pese a todo, se hablan maravillas de sus futbolistas y se critica a los del máximo rival, subrayando que hacerse los servicios del campeón del mundo costó unos nada desdeñables 120 millones de euros.
La cuestión es que en Primera División, las siete dianas del punta igualan a las de Eden Hazard, Gareth Bale, Rodrygo Goes, Vinicius Jr y Luka Jovic juntos, contando que Karim Benzema es el único que da la talla tras la marcha del luso, que Lucas Vázquez y Marco Asensio están lesionados -también el ex del Chelsea- y que Mariano y Brahim Díaz apenas cuentan. El belga lleva un tanto, como el carioca y el serbio, el galés y el de paulista dos por cabeza, y añadiendo al gallego, solamente superarían al azulgrana por uno.
Aunque Florentino Pérez está ahorrando para apostarlo todo a Kylian Mbappé, la inversión de los blancos ha sido histórica, y los más de 350 millones de euros que costaron sus puntas apenas han garantizado un rendimiento irregular. El de Cardiff hace años que desespera a los aficionados, el de La Louvière sólo ha podido dejar algunas pinceladas de su calidad y los jóvenes son un melón por abrir, y únicamente el de Osasco está dando alegrías por un potencial que todavía debe demostrar.
Griezmann sólo se centra en triunfar en el Barça
Con mucha experiencia a sus espaldas y una ambición mayúscula, Griezmann sólo se preocupa por triunfar en el Barça, y a menudo recuerda que se centra en sus propios esfuerzos y trabaja ajeno a las críticas. El campeón del mundo ha tenido que aguantar reproches de algunos que tenían mucho que callar, y espera que el año nuevo le siga dando alegrías. La dinámica que deja 2019 es ascendente, y habrá que ver si remata la faena en 2020. El Camp Nou le estará apoyando.