Griezmann mantiene la calma y confía en que las cosas le acabarán saliendo

Antoine Griezmann​ llegó al FC Barcelona para ser el gran socio de Leo Messi y, de momento, está muy lejos de serlo. El delantero francés no está dejando buenas sensaciones en sus inicios como jugador barcelonista y apenas se está notando su presencia en muchos partidos. Contra el Slavia Praga, por ejemplo, ni siquiera tiró a puerta.

Ese dato estadístico con el que el ex rojiblanco tocó fondo, no es lo único negativo que sacó del choque de Champions. También destacó negativamente que el '17' no combinara ninguna vez con Messi, que debería ser su mejor socio. El francés no conectó con el '10' ni una sola vez y el rosarino tampoco le encontró prácticamente nunca.

Eso es algo preocupante de cara al futuro, pero Mundo Deportivo señala que el ex colchonero está tranquilo y cree que es cuestión de tiempo que las cosas mejoren. El galo buscó el desmarque innumerables veces contra los checos desde la izquierda, pero por unas cosas o por otras sus compañeros no le vieron. El futbolista confía en que esto cambie con el paso de las semanas e insiste en que lo que se necesita es tiempo.

El delantero piensa que para que todo sea más natural con sus compañeros es necesario que pase un tiempo. Griezmann cree que con el paso de los partidos se irán adquiriendo los automatismos necesarios para que sus desmarques sean vistos más a menudo por el resto de jugadores. Especialmente importante será que su sociedad con Messi empiece a mejorar, ya que el capitán es, de largo, el mejor pasador del equipo.

La banda izquierda, el otro problema de Griezmann

Otro de los problemas con los que se está encontrando el ex canterano de la Real Sociedad es con la propia banda izquierda. Es evidente que el Campeón del Mundo no se siente cómodo y que no es el lugar donde mejor rinde, pero la realidad es que es el único puesto donde puede jugar en una delantera con Luis Suárez y Leo Messi.

El de Macon ya sabía cuando fichó por el Barça que iba a jugar en ese costado, pero no dudó ni un segundo que podía adaptarse. De momento, no lo ha hecho y no está interviniendo en el juego como lo hacía en el Atlético. A pesar de todo, también confía en ir mejorando poco a poco en esta nueva posición. El hecho de empezar a combinar más con sus compañeros podría ser clave para ello, ya que la velocidad y la inteligencia en el desmarque del galo podría tener su premio por fin.