Antoine Griezmann necesitaba una noche como esta. El 'Principito' volvió a marcar este martes en Kiev, después de entrar en la última media hora de partido saliendo desde el banquillo y de ceder un penalti a Braithwaite, cuando en teoría era él quien tenía que tirarlo. La buena fe del francés, que permitió el primer doblete del danés con la camiseta del Barça, fue recompensada por el 'karma' minutos después.
Y es que, antes de que finalizara el partido con 0-3 en el marcador, ya en el tiempo de descuento, el '7' del Barça recibió un balón en el interior del área y, rodeado de jugadores contrarios, no se lo pensó dos veces. Disparó raso y cruzado, batiendo la portería ucraniana en el tiempo de descuento y sonriendo ampliamente, una clara muestra de que necesitaba una diana así como agua de mayo.
Justo después de marcar y de que sus compañeros le felicitasen, Griezmann hizo gala de su habitual sentido del humor y se marcó un pequeño baile en el campo, bajo las divertidas miradas de Koeman y los miembros del banquillo culé. "El baile de la felicidad", como dirán algunos.
Cabe recordar que el futbolista francés había jugado dos de los tres compromisos anteriores, ante la Juventus de Turín y en el Camp Nou ante el Dynamo de Kiev, pero aún no había logrado estrenarse como goleador en la Champions League esta temporada. En LaLiga sí que había marcado ya (suma dos goles), contra el Real Betis tras la asistencia ‘invisible’ de Messi y otro tanto en la jornada anterior frente al Alavés.
¿Resucitará al fin el mejor Griezmann?
En este sentido, el francés ha anotado tres goles en unas pocas semanas y confirma que empieza a carburar, poco a poco, y que puede ir a más en las próximas fechas. El objetivo de Griezmann es acabar el año a lo grande, marcando más goles y repartiendo asistencias para sus compañeros.
El astro francés sigue convencido de que aún está a tiempo de triunfar en el FC Barcelona, y tras haber sido uno de los fichajes más caros de la historia culé necesita adquirir cierta regularidad en sus actuaciones para recuperar la confianza perdida y jugar como lo hacía en el Atlético de Madrid y como lo hace en la selección de Francia, a las órdenes de Deschamps. Koeman está dispuesto a seguir dándole oportunidades, sabedor de su tremenda calidad.