Hay fichajes que rinden a las mil maravillas desde el principio, y otros que necesitan un periodo de adaptación antes de ofrecer su mejor nivel. El de Antoine Griezmann está siendo el segundo caso, dado que al astro francés le está costando engrasarse en un sistema de juego al que no está acostumbrado, después de su paso de leyenda por el Atlético de Madrid.
El FC Barcelona no juega al contragolpe, y los ataques en estático dificultan a Griezmann la labor de encontrar espacios, lanzar pases entre líneas y desmarcarse con velocidad para generar oportunidades de gol. El jugador francés tiene una técnica depurada y es cuestión de tiempo que acabe eclosionando en el Barça, pero para que eso pase deberá amoldar su mente a una nueva forma de pensar y crear juego.
No acaba de sentirse cómodo en la posición de 'falso nueve' como referencia arriba, ni tampoco en la de extremo. Al atacar el Barça en estático la mayoría de las veces, no puede aprovechar sus cualidades escorado en la banda, mientras que se ve obligado a jugar de espaldas cuando recibe el balón en la frontal del área. Está acostumbrado a jugar con un 'nueve' por delante, como sucedía en el Atlético con Diego Costa, Morata y compañía.
Es ahí, en la posición de enganche o segundo delantero, donde Griezmann rinde mejor. Sin los defensores apretándole a centímetros de distancia, y con la libertad suficiente como para no perder nunca de vista la portería rival. Puede disparar de larga distancia, combinar con sus compañeros para internarse en el área y rematar de primeras todo tipo de pases y centros.
Griezmann debe adaptarse al nuevo ecosistema
Pero en la posición en la que le está colocando Valverde, y con la forma de jugar que tiene el FC Barcelona, Griezmann pierde potencial. Podría tratarse de un caso parecido -aunque salvando las distancias- al de Alexis Sánchez durante las tres campañas en las que vistió de azulgrana. El tocopillano dejó claro que era un jugador de gran nivel futbolístico, pero jamás acabó de encajar en el engranaje azulgrana.
Sólo cabe esperar que con Griezmann, un jugador de mayor talla mundial que el chileno, no suceda algo parecido. Este próximo domingo, todo parece indicar que será la gran referencia ofensiva del Barça ante las ausencias de Dembélé y Suárez por lesión. Leo Messi llegará muy justo para el partido, y puede que tampoco esté disponible. Llega la hora, pues, de que 'Griezzy' dé un paso adelante. Aunque todavía se sienta en un ecosistema extraño...