Gris debut con el Barça de un irrelevante Luuk de Jong

Luuk de Jong fue uno de los dos jugadores del FC Barcelona​ que debutaron en partido oficial este pasado martes contra el Bayern de Múnich. El otro fue Alejandro Balde, al que le fue bastante mejor que al holandés, que no tuvo su noche y pasó de puntillas por el encuentro. El neerlandés tuvo un estreno gris, apenas inquietó a los centrales del cuadro bávaro y ni siquiera disparó a puerta.

Ronald Koeman confió en el '17' desde el principio y después del choque se puede decir que no fue la mejor decisión del técnico. Aunque es cierto que no tenía muchas más opciones - solo salir con Philippe Coutinho o Yusuf Demir -, la realidad es que apostar por el ex del Sevilla no trajo nada bueno para el Barça. El punta fue totalmente irrelevante y demostró estar físicamente muy lejos de su mejor nivel.

Cabe decir que De Jong no había jugado esta temporada hasta este pasado martes, ya que en el Pizjuán Julen Lopetegui no le dio ni un solo minuto en las primeras jornadas de Liga. El de Aigle notó esa inactividad y su rendimiento fue más de pretemporada que de un partidazo de fase de grupos de la Champions League. Por eso y porque no estaba aportando nada, Koeman le sacó del campo en el minuto 66 para dar entrada a Coutinho.

Hasta esa sustitución, Luuk mostró ganas y luchó todos los balones que pudo, pero apenas consiguió ganarle duelos individuales a Dayot Upamecano, que se lo 'comió' durante toda la noche. El francés tiene uno de los físicos más imponentes de Europa y contra el holandés lo hizo notar. El delantero sufrió durante todo el duelo y no puso en aprietos en ningún momento a la zaga de los alemanes.

El Barça no buscó demasiado a De Jong

Cabe decir, no obstante, que De Jong no recibió ayuda por parte de sus compañeros. El Barça apenas buscó al punta con balones en largo, que son su especialidad, y no aprovechó sus cualidades para aguantar la pelota y combinar con el resto. Una de las pocas veces que le buscaron de espaldas, el neerlandés dejó su mejor acción del duelo con una dejada perfecta para la subida al espacio de Jordi Alba.

Habrá que ver cómo avanza Luuk en los próximos partidos, ya que físicamente debe ponerse a punto para estar a la altura de sus rivales. La velocidad nunca fue ni será su mejor virtud, pero contra el Bayern se le vio excesivamente lento y poco dinámico, por lo que tiene que engrasarse en ese sentido. Todo apunta que Koeman seguirá confiando en él, por lo que tendrá oportunidades para redimirse tras este gris debut.