El hombre de acero: Ronald Araújo sobresalió por encima del resto hasta de lateral

Junto a Raphinha, y quizás Frenkie de Jong, Ronald Araújo fue de los mejores jugadores del FC Barcelona en el empate ante el Manchester United. El central, colocado como lateral derecho por Xavi Hernández en el comienzo del partido, solventó muy bien el peligro que podía generar Jadon Sancho por ese lado del campo y además pudo sacar el balón con claridad cada vez que fue necesario.

Con el uruguayo y Koundé invirtiendo sus roles de los últimos dos meses, Araújo, a diferencia del galo, no dejó en evidencia que pudiera estar incómodo sobre el césped e incluso llegó a respaldar a su compañero en varias jugadas donde no retrocedió correctamente. Con el ingreso de los cambios, ya cerca del minuto 70, el charrúa volvió al centro de la defensa y, aunque hubo ataques, los ingleses no pudieron volver a convertir.

La realidad es que en el segundo tiempo, y sobre todo tras irse arriba en el marcador con el gol de Marcos Alonso, el Barça tuvo un bajón importante en su rendimiento colectivo. Muchos jugadores terminaron cerrando una actuación de 6 puntos, aunque Araújo fue uno de los pocos que se mantuvo dentro de su nivel actual en aquellos 10 minutos de tanta incomodidad para los de Xavi.

Aún como lateral derecho, el '4' siguió conteniendo muy bien a un Sancho que pasó inadvertido casi todo el partido, mientras que los dos goles del United vinieron por el sector izquierdo. El primero de ellos con Jordi Alba y Marcos Alonso saliendo en la foto de una buena definición de Rashford, más allá de la complicidad de Ter Stegen, así como en el segundo en el que Raphinha no pudo contentar a Rashford tras un tiro de esquina cobrado en corto.

Es una realidad mundial

Como bien ha dejado claro Xavi, Araújo es un futbolista que ha crecido una enormidad en las últimas dos temporadas y la realidad es que ahora mismo está entre los 3 futbolistas de los que el cuerpo técnico no puede prescindir. Ya sintió su ausencia cuando se lesionó en septiembre y ahora mismo es el líder de una defensa en la que no debería volver a salir más del centro, salvo alguna emergencia.