Error tremendo del guardameta, Kevin Trapp, y de los centrales del Paris Saint-Germain para permitir el primer gol de la tan ansiada "remontada" del FC Barcelona en octavos de Champions League frente al conjunto entrenado por Unai Emery.
El técnico vasco se desgañitaba en la zona de banquillos después de contemplar cómo Luis Suárez, más listo que nadie en el interior del área, ganó la posición a la hora de rematar un balón suelto que no se atrevieron a atacar ni los defensores del PSG ni siquiera el cancerbero, que se quedó a media salida y permitió así el cabezazo de Luis Suárez.
Luis Suárez, siempre el más listo de la clase
El esférico entró llorando al interior de la portería, y aunque el portero consiguió sacarlo de dentro, esto no es LaLiga española y el videoarbitraje salió a la palestra para permitir el primer gol de los culés apenas en el minuto tres de partido.
Sin lugar a dudas, escenario inmejorable para un FC Barcelona que mantuvo la posesión desde los primeros minutos y aprovechó el miedo escénico del Paris Saint-Germain, un equipo que pese a ser talentoso no tiene ni la experiencia ni la historia de todo un Barça. Luis Suárez y el resto de jugadores culés, sin duda, generaron durante los primeros minutos esperanzas para los aficionados culés.