Con 24 años la carrera de Iñaki Peña en la élite ha dado un salto importante tras la lesión de espalda de Marc-André ter Stegen. Tras una temporada anterior en la que el alemán jugó prácticamente todos los minutos, el canterano azulgrana decidió seguir apostando por el club al que llegó con 12 años y en estas últimas dos semanas ha podido demostrar que desde el cuerpo técnico y la afición pueden estar tranquilos mientras esperan la recuperación de su guardameta titular, una que además no se producirá hasta el próximo año.
Ante el Atlético de Madrid, el pasado domingo, Iñaki fue un gran responsable del triunfo del Barça por 1-0 ante los rojiblancos, deteniendo dos balones claves, uno de ellos tras un gran cobro de libre directo de Memphis Depay. Es por ello que seguramente el alicantino no olvidará aquel partido ante los colchoneros, sumando además que detuvo con su pecho un peligroso remate cuando ya se jugaban los últimos minutos del partido.
Para conseguir el nivel que está demostrando actualmente, Peña lógicamente tuvo que cumplir con todos los pasos necesarios como futbolista de la Masia, consiguiendo incluso un importante salto del Cadete A al Juvenil A en la 2015-2016, para posteriormente ser un miembro importante del filial hace unas tres temporada. Posteriormente tendría una cesión corta, pero positiva, en Turquía con el Galatasaray, algo que demostró ante el propio Barça en la Europa League, pero en medio también ha tenido mucho aprendizaje con su compañero de entrenamientos, Marc-André ter Stegen.
Ter Stegen ha terminado siendo muy cercano con Iñaki Peña
El alemán pasó a ser el gran referente del portero español cuando entró en dinámica del primer equipo, tomando el lugar del primer ídolo de la portería culé de Iñaki: Víctor Valdés. Así lo explicó 'Mundo Deportivo', apuntando que ahora mismo Peña tiene catalogado al alemán como el mejor del mundo en su posición, llevándose además alguna sorpresa con su carácter y personalidad después de comenzar a recibir muchos consejos del ahora segundo capitán del Barça.
Es un portero técnicamente cualificado, al que le gusta leer los partidos y los movimientos de los rivales. No le atenazan los nervios aunque la procesión va por dentro, es acertado en la toma de decisiones y con sentido de la responsabilidad. Ha mejorado en el juego aéreo y sabe jugar con los pies. Es constante, un valor añadido que aprecia, a pesar de no contar con regularidad en el primer equipo.