Diego Pablo Simeone sabía que Neymar se encontraba a una tarjeta amarilla de la suspensión para el siguiente partido y se lo dejó claro a sus pupilos. Por esta razón, los defensas del Atlético de Madrid se dedicaron a romper a patadas al delantero del FC Barcelona tratando de desestabilizarle.
La idea era provocar a la fiera para que a este le mostraran la cartulina que le hiciera perderse el partido de vuelta en el Camp Nou. Para ello, Juanfran primero y Sime Vrsaljko después emplearon las malas artes para agredirle y tumbarle en numerosas ocasiones.
Primero fue el lateral derecho el que le zancadilleó de forma clara. El colegiado pitó la falta pero no amonestó al defensor, tampoco a Vrsaljko después cuando "cazó" al brasileño en una trepidante contragolpe.
Volvió posteriormente Gabi a darle en el tobillo y, más tarde, era Savic el que también volvía a hacerle una clara falta. El montenegrino se fue al jugador y lo levantó, buscándole las cosquillas a un "Ney" que nunca tuvo tanta sangre fría.
Neymar, con más sangre fría que nunca
Pue el atacante azulgrana también tenía metido en la cabeza el mismo discurso a la inversa. Sabía que le ibn a buscar, que querían que le mostrasen la amonestación y por esta razón se mantuvo como un témpano, sin quejarse al árbitro aunque por dentro se muriera de ganas.