Ivan Rakitic vuelve a jugar... con un papel residual

La situación de Ivan Rakitic en el FC Barcelona es cada vez más delicada debido al cambio radical en su papel en el equipo. En las dos primeras temporadas de Ernesto Valverde en el banquillo, el centrocampista croata lo jugaba prácticamente todo siendo una pieza indispensable. A día de hoy, el Txingurri le da muy pocos minutos y tiene un rol secundario.

Ante el Getafe tuvo minutos, pero fueron poco más de 10 y con un resultado de 0-2 favorable, con el partido prácticamente sentenciado. Es a lo que se está acostumbrando Rakitic esta temporada: a jugar poco y, tal vez, a pensar que debería de haberse marchado en verano, cuando equipos como el Inter de Milán, el Paris Saint-Germain o la Juventus le quisieron.

De los ocho partidos oficiales disputados en la presente temporada, Rakitic solamente ha sido titular en uno y probablemente haya sido el peor encuentro disputado por los culés en los últimos años: la derrota en Los Cármenes contra el Granada. En ese duelo, Rakitic estuvo en la línea del equipo, muy por debajo de lo que requería el equipo.

En el resto de encuentros, Rakitic ha sido atropellado por sus compañeros de equipo y de posición, siendo Sergio Busquets, Arthur Melo y Frenkie de Jong los que más han jugado. Además, Rakitic también tiene por delante a Sergi Roberto en la posición de interior, y su papel está a la altura de otros 'secundarios' como Arturo Vidal o Carles Aleñá.

A día de hoy y, al menos a corto plazo, no parece que la situación del croata vaya a cambiar en el equipo. Arthur y De Jong están cada vez más asentados como interiores y Rakitic se debe conformar de momento con los pocos minutos que le otorga Valverde. Eso sí, es extraño que el Txingurri haya dado un giro tan radical al papel del ex sevillista.

Posible salida en enero

Por lo que está sucediendo en este inicio de campaña, no es difícil intuir que Ivan Rakitic durará poco en el Camp Nou. Equipos como el Manchester United o la Juventus de Turín le siguen teniendo en su lista de futuribles y, si llega una buena oferta por él, no se descarta que pueda acabar marchándose.