El FC Barcelona se encontró esta temporada con varias sorpresas en el lateral izquierdo. Los culés iniciaron el verano sabiendo que la plantilla necesitaba un jugador para que compitiera con Jordi Alba, y con el pasar de las semanas, se llegó a la conclusión que Marcos Alonso era la mejor solución. En medio de esto, Xavi vio como Alejandro Balde le sorprendía en pretemporada.

Los días pasaron y el canterano se subió definitivamente en el primer equipo, sumado además a la demora del Chelsea en querer negociar a experimentado lateral. Ante estos dos escenarios llegó el Barça a la primera jornada de Liga y el técnico optó por darle continuidad a Jordi Alba como el titular de la posición. La apuesta no resultó bien y el campeón de Europa en 2015 empezó a perder galones.

Xavi le envió al banquillo de forma inmediata y tras la llegada de Alonso el último día de mercado esta tónica se repitió cada vez más. Balde le hizo poner un pie fuera del Camp Nou al tercer capitán del Barça, algo que parece haber cambiado definitivamente. Desde 'Relevo' informan que actualmente el club está contento con su rendimiento, sobre todo en el Mundial, e incluso quisieran que el defensor continuará la próxima temporada. 

La información señala que tras las últimas semanas el cuerpo técnico ha quedado conforme con lo que han visto del lateral y no piensan en presionarle para que salga en 2023. Con un interés del Inter y del Napoli en los últimos meses, el Barça se había hecho la idea de dejar marchar a Alba con la intención de liberarse de su ficha. A pesar de esto, su buen nivel en Qatar ha cambiado la postura.

Se abre el camino

Con el retiro de Piqué, y la probable salida de Sergio Busquets, el futbolista azulgrana podría pasar a ser el primer capitán del Barça el próximo curso. Salvo un puntual regreso de Lionel Messi al Camp Nou, y con Sergi Roberto también quedándose sin contrato, Alba es el futbolista de mayor jerarquía de la nueva plantilla azulgrana, una que además necesitará a futbolistas experimentados el próximo año.