Que el FC Barcelona sea el único equipo de las cinco grandes Ligas de Europa que todavía no conoce la derrota es responsabilidad, en cierta parte, de un Jules Koundé que en esta temporada ha estado en modo imperial y está siendo uno de los jugadores más diferenciales en este conjunto azulgrana. Ha tenido efecto la conversación que mantuvo con Xavi Hernández durante el verano en la que le pidió volver a jugar en el eje de la zaga defensiva. 

Y es que en el curso pasado, el ex del Sevilla había dejado más dudas que certezas, condicionado por la necesidad de que jugase como lateral derecho. Era la única alternativa disponible y provocó que su nivel descendiera considerablemente con respecto a lo que había ofrecido antes en Nervión. Fue por ello que pidió el cambio y la apuesta está dando grandes resultados. Es el gran referente defensivo del Barça, sin importar con quién juegue al lado. 

Sus estadísticas son aplastantes, porque tal y como recuerdan desde 'AS', en los diez partidos que se han disputado en este arranque de temporada, ningún delantero rival ha conseguido regatearle. Se ha convertido en el gran 'muro' del Barça y uno de los responsables de que Marc-André ter Stegen haya comenzado a encajar menos goles. Ha mantenido su portería a cero en los últimos dos enfrentamientos y el trabajo del internacional con Francia ha sido vital. 

Koundé, clave en el plan de Xavi

En Oporto ha sido donde más se ha notado su influencia, porque el conjunto portugués puso contra las cuerdas a los blaugrana. Se mantuvieron en el área rival y generando constantemente ocasiones para igualar el marcador, o incluso remontarlo, pero entre Koundé y Araújo se encargaron de desintegrar cada oportunidad que tuvieron. Ter Stegen interveno, además, en unas cuantas ocasiones clave. 

Cuestionado por la defensa, Xavi anunciaba recientemente que "nuestra idea es defender con pelota. Es nuestro modelo de juego. Esto pasa por defender bien, pasa por ganar duelos, por tener una presión alta... El Oporto es un rival de primer nivel de Champions, pero siempre queremos tener el balón". Para ello, Koundé es una pieza clave. Probablemente el más importante.