Con el fichaje de Jules Koundé en el verano pasado, Xavi Hernández conseguía la pieza que le faltaba para formar un eje de la defensa 'temible' junto a Ronald Araújo. Lo había pedido sin descanso a la dirección deportiva de un FC Barcelona que se mantuvo en la 'batalla' con el Chelsea hasta el final. Casi un año después, las sensaciones con el internacional por Francia no son del todo buenas.
Ante las necesidades y carencias de la plantilla, el entrenador de Terrassa tuvo que cambiar drásticamente los planes que tenía cuando planificó su plantilla. Se dio cuenta que no podía formar permanentemente la pareja Araújo-Koundé porque en el lateral derecho no había ningún jugador 'natural' que cubriera el puesto. Llegó Héctor Bellerín en la recta final del mercado, pero no cumplió las expectativas y fue un 'fijo' en el banquillo. El ex del Sevilla se hizo con la posición, rotando con el charrúa y en ocasiones con Sergi Roberto.
Una temporada de altibajos de Koundé
El futbolista nacido en París se adaptó con rapidez al modelo azulgrana y reunió las características que estaba buscando el staff técnico: un central veloz, con buena salida de balón y capaz de romper líneas de conducción, así como con la posibilidad de jugar con metros a sus espaldas. Era el complemento 'perfecto' para la defensa. El problema ha sido que ha jugado 'lejos' del centro de la zaga más veces de lo que él o el propio Xavi se lo imaginaban.
La posición de lateral no es nueva para Koundé, todo lo contrario. Se formó en esa posición en las categorías inferiores del Girondins de Burdeos y en el Sevilla despuntó, también, en ese puesto en sus primeros compases. Ha cumplido en ese rol con Francia, pero el gran dilema es que, independientemente de que pueda rendir, no es la posición en la que se siente cómodo o en la que puede mostrar su mejor versión. Y es completamente normal que su temporada se quede en un notable, sin más.
Koundé asume su rol en el Barça
En algún momento de la temporada, según ha explicado 'SPORT', el francés mantuvo una reunión con el entrenador azulgrana para transmitirle que no le gusta jugar en la banda y lo ha deslizado, en alguna oportunidad, de manera pública. Los azulgrana no han tenido más remedio que dejarle como lateral diestro y el futbolista, que quiere seguir jugando, ha terminado resignándose. "Es lo que hay", como diría Ronald Koeman.
Si bien en esta temporada ha cumplido, también ha dejado muchas dudas. Sobre todo en los partidos grandes o las noches en las que se le exige un poco más a nivel ofensivo. Le faltan automatismos propios de la posición que no se 'aprenden' de un día a otro, sobre todo cuando no se está cómodo. A Koundé le queda esperar para ver si pueden fichar a un jugador 'convincente' en ese puesto y si puede pasar a jugar de central. De momento, parece complicado.