Ni Jutglà ni Abde pueden 'salvar' a Sergi Barjuan en el Barça B

Durísimo varapalo en el Johan Cruyff. Cuando el Barça B casi cantaba su primer triunfo en los últimos dos meses, llegó un penalti totalmente inesperado de Moussa Ndiaye, que lo echaba todo al traste. Inmediatamente pudo verse el poético rostro de Sergi Barjuan, que veía todo desde la banda. Su equipo había puesto más de su parte para ganar, pero volvía a darse de bruces con la realidad.

Dispuesto a llevar la iniciativa y el peso del juego ofensivo, el equipo de Sergi saltó al campo. En esta tercera ocasión que los andaluces se enfrentaban al FC Barcelona en este curso (dos contra el Barça B y una ante el primer equipo), el cuadro de Alberto González intentaba contrarrestar el ímpetu de su rival con posesiones largas.

No se hizo esperar la primera ocasión clara para el equipo de Barjuan. Matheus Pereira, uno de los destacados en las últimas jornadas, recibía un pase atrás de ‘Zaka’ y buscaba la escuadra derecha de la portería de Razak. Por su parte, Jutglà, que se asociaba sin parar con Abde, aprovechaba un centro del marroquí (muy incisivo a lo largo de los primeros 45 minutos) para rematar manso de cabeza.

Jutglà, incisivo

Después de la reanudación, Jutglà continuó siendo el más incisivo del equipo. A punto estuvo el ex de Espanyol B y Sant Andreu de cazar un pase atrás de Zaka. Se relamía el de Osona, que poco después recibía un rodillazo en la parte inferior de la espalda. Martilleaba sin cesar el de Beni Melal y en el 71’ por fin llegaba el premio. Desde la línea de fondo el marroquí cedía atrás, y el más instintivo de todos metía el pie y convertía el 1-0. Respiraba en la banda Barjuan, aunque aún quedaba media hora de sufrimiento. 

Entonces, de la forma más cruel, en el último minuto y ocasionado por un penalti absurdo de Ndiaye, se le volvía a escapar el triunfo al filial. El lateral zurdo se dejaba ganar la espalda por Sanchidrián y le derribaba cuando todo hacía indicar que el balón iría a parar a manos de Carevic. Se le vio la desesperación a Sergi. Hugo Díaz trnsformó el 1-1 y el Johan Cruyff se convertía en un velatorio.