El FC Barcelona volvió a entrar en acción en LaLiga y no defraudó en el Camp Nou, donde superó con solvencia al Real Valladolid. Los catalanes aprovecharon el fin de semana de descanso por el aplazamiento del Clásico y ofrecieron una actuación convincente sobre el césped, donde por momentos estuvieron a medio gas pero con la suficiente tensión competitiva como para solventar el compromiso con una goleada.
El triunfo era más importante de lo que parecía porque llegaba tras una victoria ante el Sparta de Praga que dejó muchas dudas, ya que los azulgrana mostraron una imagen desastrosa y durante muchos minutos estuvieron a merced de un adversario que demostró querer ganar con esfuerzo y determinación, a pesar de ser inferior sobre el papel al campeón español, uno de los mejores conjuntos del planeta.
El debate sigue abierto en la Ciudad Condal porque, sobre todo en Champions, hace falta mucho más para poder ganar títulos. La plantilla es consciente de sus errores y varios 'pesos pesados' lo expresaron ante los medios de comunicación, como un Marc-André ter Stegen visiblemente contrariado tras el encuentro en el Sinobo Stadium, en la que su extraordinario rendimiento fue clave para hacerse con los tres puntos.
Tras recuperar confianza ante los pucelanos, varias estrellas barcelonistas tuvieron que ponerse frente a las cámaras, y una de ellas fue Clément Lenglet. El zaguero, que brilló en el Estadi tanto en defensa como en ataque -marcó un gol-, tiró de nuevo de sinceridad y admitió que hubo charla de puertas hacia adentro, como había reclamado un Ernesto Valverde muy prudente: "Tras el partido de Praga hablamos porque volvimos de allí con malas sensaciones y estábamos enfadados. Se han arreglado cosas en el vestuario y en el campo, hemos hecho un buen partido".
El Barça sabe de sobra que si quiere volver a conquistar la 'orejona' debe elevar su compromiso y reforzar su mentalidad, dos factores que han lastrado a un grupo lleno de talento que se ha estrellado inexplicablemente en dos temporadas consecutivas. Estas discusiones no son extrañas en un equipo acostumbrado a luchar por ganarlo todo campaña tras campaña, pero ahora toca solucionar los problemas a base de fútbol.
Lenglet, contento... Y sin celebración de gol
En su análisis del duelo contra los blanquivioletas, Lenglet aseguró sentirse en plena forma, y dejó una anécdota al confesar que no sabe como celebrar su goles: "Estoy bien, ahora mismo me encuentro bien físicamente y estoy mejor que al principio de temporada. Estoy contento. Mi familia estaba en la grada y está bien marcar cuando vienen a verme. Hay muchos jugadores con magnetismo en el área, a veces la pelota viene y tengo suerte. (Ríe) No sé hacerlo, no tengo celebración. Cuando marco sólo estoy esperando a que mis compañeros vengan".