El central francés del FC Barcelona, Clément Lenglet, había vivido dos suplencias consecutivas en los últimos partidos de Liga y este martes, ante el Valladolid, formó parte de un atípico once junto a Mingueza y Araújo, en defensa de tres centrales. Se sintió mucho más respaldado atrás y con más libertad para incorporarse a las jugadas de ataque, cosa que aprovechó con creces.
A los veinte minutos de partido, de hecho, el zaguero fue el encargado de abrir el marcador en Pucela tras un buen centro de Leo Messi, desde el costado izquierdo. El defensor del Barça estaba bien posicionado, y se elevó para rematar de cabeza desde el interior del área. Masip llegó a rozar el esférico con el guante, pero no logró desviar la trayectoria de un balón que se coló en la portería.
Es el primer gol esta temporada 2020-21 para Lenglet, y el séptimo desde que está en el Barça, habiendo marcado seis de ellos de cabeza. El pasado curso fue el más prolífico hasta la fecha a nivel goleador para Lenglet, al menos desde que está en el Barcelona. Anotó cuatro goles, uno de ellos precisamente contra el Real Valladolid en el Camp Nou.
Este martes, después de estrenar su casillero realizador, protagonizó un gesto emotivo al dedicar el gol a Moussa Wagué, que ha sido operado estos últimos días de una reparación y reconstrucción del tendón rotuliano de la rodilla derecha, que le obligará a estar parado durante nueve largos meses. El lateral derecho estaba cedido al Paok de Salónica y Ramón Cugat le practicó la operación, tan delicada que se ha llegado a temer incluso por su carrera.
De ahí que Lenglet, justo después de marcar, corriera hasta el banquillo para recoger una camiseta azulgrana de Wagué y mostrarla ante las cámaras, como buen compañero. El FC Barcelona publicó el momento a través de sus redes sociales, deseando también al senegalés una recuperación satisfactoria.
Lenglet vuelve a coger confianza
Además de marcar uno de los goles del partido, Lenglet se mostró muy solvente atrás al estar secundado por Mingueza y Araújo, que volvieron a jugar a un gran nivel. El FC Barcelona concedió pocas ocasiones de gol, la mayoría de ellas ya en la segunda mitad y con todo el pescado vendido. Lenglet, por tanto, se reivindicó después de algunas actuaciones en las que había quedado señalado por errores puntuales. Ahora, vuelve a sonreír.