Apenas hacía 17 minutos que había exhibido su sexto Balón de Oro ante el público del Camp Nou, pero Leo Messi no tardó nada en llevarse una nueva ovación. El astro argentino contribuyó al vendaval que arremetía contra la portería del Mallorca con un auténtico golazo desde fuera del área, sacando las telarañas de la escuadra y respondiendo a Benzema en la lucha por el 'Pichichi'.
También en la primera mitad, a punto de llegar al descanso, Messi puso la ventaja de dos goles con un nuevo trabajo de artista. Desde fuera del área, se sacó un disparo colocado y con rosca, a media altura, con el que culminó un doblete descomunal. Dos goles que si los marcase cualquier otro futbolista le encumbrarían a nivel internacional, pero que tratándose de Messi ya es una costumbre.
Pero ahí no acabó la cosa. Y es que en el minuto 83 de partido, con 4-2 en el marcador, Messi decidió sentenciar la contienda por la vía rápida. Recibió un pase de Luis Suárez en la frontal del área y, con un disparo potente que tocó al travesaño, culminó un 'hat-trick' de oro que permite al FC Barcelona seguir coliderando LaLiga Santander 2019-20 junto al Real Madrid.
El rosarino lideró uno de los mejores partidos que se recuerdan del FC Barcelona en mucho tiempo, y por supuesto de la presente campaña. Sus tres dianas sirven para colocarle con 12 goles anotados en LaLiga Santander 2019-20 y 14 en el global del curso, lo que le confirma aún más como 'Pichichi' del equipo culé. El Barça barrió del mapa al Mallorca en el primer tiempo, y parece que ha cogido carrerilla de cara a lo que queda de año.
El 'hat-trick' majestuoso de Messi vuelve a dejar claro que los periodistas de 'France Football' no se equivocaron al entregarle el Balón de Oro 2019. No hay nadie que sea capaz de hacer lo mismo que él, ni siquiera que se le parezca. A sus 32 años, se encuentra a día de hoy en un estado de forma pletórico, inmejorable para llegar con las pilas cargadas al año 2020.
Messi, el capitán de un Barça estelar
Si en mitad de las dudas era Messi quien sobresalía para sacar los partidos adelante, cuando el equipo brilla el argentino es la guinda del pastel, un pulverizador que multiplica sus virtudes para volar por los aires cualquier plan que tenga el adversario. Cuando Messi está así, no se le puede parar de ninguna manera. Ni siquiera descentrándole, como quizá intentó el entrenador del Mallorca en un momento puntual de la primera mitad.
Delante de su mujer, sus hijos y la familia azulgrana, Messi volvió a jugar como en el patio de su casa este sábado en el Camp Nou. Quienes todavía no hayan puesto al Barça en las quinielas para conquistar todos los títulos esta temporada, que lo hagan. Porque con Messi a este nivel, y con la mejoría que ha experimentado el equipo en líneas generales, sin lugar a dudas este Barça aspira a todo.