Más allá de la exigencia eterna que supone estar en el FC Barcelona, y de los numerosos conflictos que ha tenido que afrontar en los últimos meses, Josep Maria Bartomeu ha pasado un periodo complicado como presidente del conjunto azulgrana. En el capítulo de renovaciones ha tocado sufrir con Andrés Iniesta y Leo Messi, aunque la historia haya acabado con final feliz.
Este mismo sábado, en el que se ha rubricado el nuevo contrato del argentino, el dirigente ha explicado el porqué de la demora en su firma, después de manifestar en varias ocasiones que el '10' ya había sellado su nueva vinculación con la entidad y que de hecho ya estaba jugando con ella en vigor. Se han producido novedades.
"Estamos muy contentos y muy satisfechos de este nuevo contrato, en junio firmamos un contrato con Leo Messi que ya estaba en vigor, pero ahora hemos acordado cambiarlo y escenificar una nueva firma simplemente para adecuar su nueva cláusula de rescisión a la situación actual que se vive en el mercado futbolístico. La nueva cláusula son 700 millones de euros y nos permite situar a Leo Messi donde debería estar. Certificamos una relación Barça-Messi, el mejor jugador de la historia del fútbol que va a perdurar hasta 2021 con muchas ganas y mucha ambición. Está feliz y quiere liderar el nuevo proyecto de Ernesto Valverde, que es muy prometedor".
Amor correspondido
Algunos minutos antes de las declaraciones de Bartomeu habían llegado las de Leo Messi, que ha correspondido a las palabras de su presidente con su propio -e igualmente ambicioso- mensaje. "Mi sueño era terminar en el Barcelona y estoy en camino. La intención y el objetivo es poder seguir consiguiendo cosas y poder seguir agrandando la vitrina del club y la personal. Quiero seguir haciendo historia en el Barça. He tenido la suerte de ganar muchísimas cosas y ojalá lleguen muchas más".