A cinco años de aquel golazo del penal indirecto de Messi

Sin duda, una de las leyendas del FC Barcelona fue Johan Cruyff, gracias a su peculiar ingenio de observar cada oportunidad y aprovecharse de los agujeros negros de los reglamentos. De hecho, fue el creador de una modalidad de lanzamiento de penalti nunca antes vista el 5 de diciembre de 1982. Sucedió en su segunda etapa en el Ajax, en un partido frente al modesto Helmond Sport (5-0), mientras colocaba la redonda en el punto penal. Tocó en corto para Jesper Olsen, quien devolvió el balón al holandés para que anotara con la portería vacía ante un guardameta alucinado que había salido a cubrir al danés.

Y fue en la noche del 14 de febrero de 2016, 40 días antes de su fallecimiento el 24 de marzo, el mítico ex jugador y ex entrenador holandés que luchaba contra un cáncer que le terminó cegando la vida, vio el homenaje que le hizo el astro argentino al emular aquel penalti indirecto en el Barcelona – Celta de Vigo (6-1) de LaLiga en la temporada 2015-2016. Con una ventaja de 3-1 en el marcador, el argentino provocó un penal y se posicionó con perfil de disparo: la carrerilla pertinente a diferencia del ‘engaño’ de Cruyff. Sin embargo, en el último instante tocó en corto para encontrarse con su compañero Luis Suárez que como una bala corrió para empujar el balón al fondo de la red.

Neymar protestó: “¡Era para mí!”

A la postre se supo que aquella obra de arte no había sido ejecutada como habían planeado, pues resultó que Messi y Neymar Jr lo habían planificado e incluso ensayado en un entrenamiento. Pero la voracidad goleadora del delantero uruguayo es de tal magnitud que se encontró con el esférico en su andar cuando corría en búsqueda de un posible rechace y se adelantó por sobre el brasileño. Entretanto, un aspecto que nunca quedó claro fue si el plan inicial de Messi y Neymar era repetir con exactitud la jugada de Cruyff y Olsen, es decir, con devolución del brasileño a Lionel una vez superado el portero. Y, como a Suárez no le advirtieron, este disparó de primera. “El penalti era para mí, lo habíamos ensayado”, desveló Neymar, “pero lo importante es que fue gol”.

No es secreto que no resulta sencillo, como parece, coordinarse para cobrar un penal de esa manera. Neymar y Suárez no entraron en el área antes de que la tocara Messi, primer riesgo que se corre. El balón quedó en la distancia idónea para el uruguayo, segundo riesgo si no hay total precisión. Uno de los que han sido testigos de esto han sido Robert Pires y Thierry Henry, que lo probaron en 2005 en un Arsenal-Manchester City.

Pires tocó el balón de manera tan suave que no dio la vuelta reglamentaria y el segundo, que aguardaba la pelota a su izquierda, se tuvo que conformar con el intento. Y si no sale, como así les sucedió a los dos franceses, la vergüenza es absoluta. Quizá estas razones justifican al hecho de que Messi no lo haya vuelto a intentar, pues a la primera por fortuna salió de gran manera, por lo que es mejor no tentar a la suerte. Sin contar que ya no cuenta con el acompañamiento de Suárez y Neymar para finalizar esta jugada.