Considerando que llegó el habitual parón de selecciones correspondiente al mes de marzo en los venideros días, es importante resaltar que el próximo verano, además de la celebración de la Eurocopa, se disputará la Copa América, aplazada igualmente desde el pasado año 2020 debido a la pandemia por Covid-19. El certamen sudamericano tendrá lugar en sedes compartidas: Argentina y Colombia. Es por tanto una ocasión única para la selección albiceleste.

La ocasión arropa además al astro, Lionel Messi. El argentino cayó con su selección en la gran final de la Copa del Mundo en 2014 frente a Alemania, así como las del mencionado torneo continental en 2015 y 2016 ante Chile. Han sido reveses complicados de digerir, que además llegaban en una época exitosa en el FC Barcelona, que contrastaban con las incontables críticas en su país.

Sin embargo, es importante resaltar que la ‘Pulga’ sí sabe lo que es campeonar con su combinado nacional, con el oro de los Juegos Olímpicos de 2008. Un galardón importante pero que siempre queda eclipsado en el palmarés general del deporte rey desde el inicio de su historia. Pero, en menos de año y medio tendrá nuevamente un par de oportunidades, quizás las últimas de su gloriosa carrera.

Atento a su futuro

Se desconoce si la venidera Copa América la afrontará sabiendo su futuro, pero lo que es seguro es que ya tendrá 34 años. Y, para el Mundial atípico de Qatar, lo disputaría con más de 35 y en el otoño de 2022 además, en un esperado cambio de fechas. Son dos hitos más de los que el astro no perderá de vista, serán indudablemente su máximo objetivo.

Aunque duela reconocerlo, el fin de la excelsa carrera de Messi cada vez está más cerca, especialmente con la selección de Argentina. Esa por la que tanto ha luchado por cosechar títulos internacionales pero que desafortunadamente se le han escapado de las manos. Sin embargo, Leo no se ha rendido y en cada partido con la albiceleste es notable que se deja el alma en cancha. Ahora, con estos retos en puerta, no habrá margen de error, deberá alcanzar alguno para ratificar lo cosechado hasta hoy: el título al mejor jugador del mundo.