La historia de Leo Messi en el FC Barcelona ha llegado a su fin. Este jueves, el club emitió un comunicado confirmando que el argentino dejaba de ser, oficialmente, jugador de la disciplina azulgrana. Los problemas económicos del club han jugado un papel clave y, después de meses de negociaciones, no han conseguido la fórmula ideal para inscribir al futbolista de 34 años en la plantilla de cara a la temporada 2021-2022.
En un breve comunicado, el club desveló el motivo de la salida de 'La Pulga': "Apesar de haberse llegado a un acuerdo entre el FC Barcelona y Leo Messi y con la clara intención de ambas partes de firmar un nuevo contrato en el día de hoy, no se podrá formalizar debido a obstáculos económicos y estructurales (normativa de LaLiga española)", apuntaron. Es un verdadero jarro de agua fría para el barcelonismo, que esperaba que este jueves se oficializara la continuidad de Messi.
Hay que remontarse hasta el 25 de agosto de 2020 para encontrar el gran intento de Leo Messi de marcharse del Barça. En esa oportunidad, pocos días después de la humillación ante el Bayern Múnich (2-8), el argentino envió un burofax comunicándole al club que tenía la intención de irse a pesar de que le restaba un año de contrato. Messi alegaba que tenía derecho a resolver unilateralmente su vínculo con los azulgrana.
Por las 'malas', Josep María Bartomeu obligó a 'La Pulga' a quedarse. El club le comunicó que no era algo viable porque la fecha límite para que anunciara esa decisión había sido el 10 de junio y la fecha ya había pasado. Sin embargo, había una gran molestia porque desde el entorno de Messi consideraban que, con la pandemia, el plazo de había atrasado, como todo en el mundo... Pero en el club la decisión fue distinta y así obligaron a Messi a quedarse porque, si no pagaban los 700 millones de euros de su clásula, no podía marcharse.
Messi se quedó en la Ciudad Condal prácticamente en contra de su voluntad y sin renovar su acuerdo. Desde el 1 de enero de 2021 era libre de negociar su futuro pero dejó claro que iba a tomar una decisión cuando acabara la temporada. La intención del argentino era enfocarse en el aspecto deportivo y no quería pensar en su futuro, pero con la salida de Bartomeu y compañía su continuidad estaba 'asegurada'.
La llegada de Joan Laporta
El comienzo de la segunda etapa de Joan Laporta como presidente del club acercó al argentino más a tomar la decisión de quedarse, pero no ha sido suficiente. Desde el club habían decidido primero hacer una auditoría económica para luego ofrecerle un contrato... Eso llevó a que se dieran cuenta de que la situación era más que complicada, por lo que se asumió que la rebaja salarial del argentino iba a ser drástica.
Lo cierto es que el tiempo pasó y el Barça no consiguió sellar la renovación de Messi antes del 30 de junio, fecha en la que vencía el acuerdo que vinculaba a ambas partes, pero desde el club había total tranquilidad y más de una vez Joan Laporta alzó la voz para afirmar que 'La Pulga' iba a quedarse, como parte de su promesa electoral. Todo ha llevado hasta la última semana, cuando Leo finalizaba sus vacaciones y estaba 'cerca' de firmar su contrato, pero ha sido todo lo contrario.
Se esperaba, de hecho, que este jueves se hiciera el anuncio, pero una información del diario 'MARCA' encendió las alarmas y el club ha confirmado las peores noticias unas horas después. Justo en la noche de este miércoles, era 'seguro' que Messi iba a firmar un contrato por cinco temporadas y el 50% menos de su salario. Ahora, ha dejado de ser jugador del FC Barcelona y podrá asumir un nuevo reto a nivel deportivo lejos del club de su vida.