Hay veces que la frustración no deja ver a más de un palmo de distancia y el golpe que sufrió el barcelonismo en Anfield contra el Liverpool fue durísimo. Especialmente por ver a un equipo totalmente superado por su rival, que jugó mejor al fútbol y que fue superior tanto en el partido de ida como el de vuelta.
Pese a ello, uno no puede evitar quedarse de piedra cuando oye ciertos comentarios, tanto por parte de personas afines al FC Barcelona o por parte de madridistas que quieren hurgar en la herida. Y el más repetido es que Leo Messi estuvo desaparecido en el partido y que el único que jugó bien en terreno inglés fue Arturo Vidal.
No voy a ser yo el que diga que el chileno no hizo un partidazo en Anfield. Pero, por favor, seamos serios y pongamos algo de cordura. El único futbolista que volvió a poner patas arriba a la defensa del Liverpool fue el de siempre, Leo Messi. El astro argentino volvió a demostrar que es el mejor jugador del mundo, generando ocasiones tanto propias como para otros.
En concreto, el capitán del FC Barcelona volvió a deleitar con varias jugadas individuales y con su visión de juego. De hecho, les regaló tres goles masticados a Philippe Coutinho, Jordi Alba y Luis Suárez, que no estuvieron tan acertados en la definición como el argentino con sus magistrales pases. Además, rozó el gol en hasta tres ocasiones, aunque le faltó fortuna.
A los madridistas 'aroncerados' que se burlan del Barça y de que Messi no jugó bien en Anfield, dejémosles que se rían. Es su momento. El de disfrutar. Lo más parecido a un título que van a catar en una de las temporadas más tristes de su historia. Pero los barcelonistas (especialmente los que le increparon), por favor, seamos mínimamente coherentes y asumamos que el argentino fue el único que dio la talla ante el Liverpool.
No hay que escupir al plato que nos da de comer y, a día de hoy, a Messi se le caen las estrellas Michelin de los bolsillos. Llegará el día en el que el argentino se retire y, en ese momento, nos acordaremos de esos momentos en los que no reconocíamos su trabajo como se merecía. Y entre esos instantes, va a quedar el partido contra el Liverpool, en el que se partió la cara por el equipo y la gente le criticó por no marcar.