Devolver a Messi al centro, la mejor decisión de Valverde

La salida de Neymar trastocó mucho a Ernesto Valverde, sobre todo a nivel ofensivo. Sin el brasileño se perdía desborde y magia. Y el tercer componente de un tridente que difícilmente podrá repetirse en un futuro -ya sea en el Barcelona u en otro-. Pero tocaba pasar página y trabajar en un sistema que explotara al máximo las virtudes de Leo Messi.

Valverde no dudó tras la Supercopa y colocó a Messi de nueve. Cerca del área, con opción para moverse a su libre albedrío. Quería que el argentino fuese la referencia, como en su día Pep Guardiola decidió meterle ahí. Y claro, pocos son tan inteligentes y definen también delante del portero.

Messi ha empezado el curso a un nivel superlativo. Vaya, el que siempre ha mostrado, pero a nivel goleador está en otra galaxia. 9 goles en Liga en apenas 5 partidos. Casi a dos por encuentro. En Champions, doblete ante la Juventus. Y hay que sumarle uno en la Supercopa. 12 goles en apenas ocho partidos. Quiere ganarlo todo y volver a ser, para la UEFA -para los aficionados ya lo es-, el mejor jugador del planeta.

Volviendo a su posición en el terreno de juego, Messi vuelve a ejercer de 'falso nueve'. Aunque eso de falso cada vez podría ponerse más en entredicho porque el argentino es capaz de moverse como Ronaldo -el Brasileño-, girarse como Van Basten y definir como Romario. Elegante, efectivo... Un fuera de serie.

Quiere más

Los registros de Messi este curso son los mejores de su carrera -a estas alturas de la campaña-. Y por delante tiene varios retos más que intentará superar en las próximas semanas. Uno de ellos, el más increíble, el del 'Torpedo' Müller. Entre 1965 y 1979 el alemán se apuntó 365 con el Bayern de Múnich, y a este ritmo Messi no tardará en superarle (358).