Con 2-1 en el marcador tras el gol de Luis Rioja, merced a un error del debutante Ilaix Moriba, parecía que el Barcelona iba a sufrir una vez más en los últimos minutos del partido. A falta de un cuarto de hora para el final, sin embargo, todo cambió de forma radical. Y el gran artífice, además de Messi, fue Pedri.
El centrocampista canario ingresó en el campo y, en el 74', colocó un balón medido en profundidad para el desmarque de un Leo Messi que se quedó completamente solo delante del portero. El resbalón del guardameta despistó al argentino, que intentó regatearle sin suerte. El rechace acabó en las botas de Trincao, que llegaba por detrás y, de primeras, envió el balón al fondo de las mallas y certificó su doblete.
Apenas un minuto después, al recuperar el balón tras el saque de centro del campo del Alavés, el Barça montó una nueva jugada de ataque en la que Leo Messi, que recibió en los aledaños del área rival, se perfiló para disparar y se sacó de la chistera un auténtico golazo por la escuadra, con el portero haciendo la estatua. Una buena forma, los dobletes de Messi y Trincao, de empezar a meter miedo a un PSG que no podrá confiarse en el Camp Nou.
Porque, aunque anotaron ambos por partida doble, la realidad es que la goleada de los de Koeman este sábado pudo ser de escándalo. A Messi le anularon en la primera mitad un gol que a todos los efectos pareció ser legal, teniendo en cuenta que Griezmann estaba en línea con el defensor cuando recibió el balón en la jugada previa, antes de que Messi recogiera el rechace.
Trincao por fin ha explotado
En cuanto a Trincao, estuvo a punto de anotar su primer 'hat-trick' con la camiseta azulgrana. Marcó un gol en fuera de juego ajustado en los últimos minutos, bien anulado por el árbitro, mientras que antes había errado un mano a mano muy claro con el portero del Alavés, que sacó una mano salvadora para enviar la pelota a córner de manera inesperada.
Leo Messi, en definitiva, ya se marcha a los 15 goles para seguir persiguiendo a Luis Suárez en la lucha por el Pichichi (16 lleva el uruguayo), mientras que Trincao puede presumir de haber anotado tres goles en apenas una semana, después de haber lidiado casi toda la temporada con la falta de confianza y también de puntería. Koeman nunca dudó de él, y al final el portugués ha explotado.