Aunque ya planeaba algunas incorporaciones importantes, el Barça ha tenido que pisar el acelerador tras la marcha de Neymar, para reestructurar una plantilla que debe estar preparada para los importantes desafíos que afrontará esta temporada. Con los títulos como máximo objetivo, los azulgrana buscan compensar su once en una banda que se ha quedado coja, aunque no pierden de vista algunos grandes deseos, como Paulo Dybala.
A pesar de que la afición le ve ya como sustituto del brasileño, desde el club han pedido calma para no dejarse llevar por la emoción y romper con las necesidades del equipo que dirige Ernesto Valverde. Ahora mismo hay otras prioridades en el mercado, jugadores también de mucha calidad y especialistas en la posición. Y es que los técnicos sí quieren al de Laguna Larga, pero no para el flanco izquierdo del ataque, que hasta ahora era propiedad del de Sao Paulo.
Dybala ha declarado en varias ocasiones su debilidad por Leo Messi, un ídolo con el que ya tiene el placer de compartir vestuario en la selección y con el que también querría compartir club. Junto a su compatriota y a Luis Suárez, 'la Joya' formaría una delantera de ensueño, aunque en el Barça preferirían esperar para ceder al de la Juve la banda derecha en un conjunto dirigido por el crack de Rosario, con el que mezclaría a la perfección sobre el césped.
¿Fichaje encarrilado?
En ese sentido, la espera por Paulo Dybala se ve como una oportunidad en el Barça, para que el jugador vaya adquiriendo la madurez que le falta y acabe de pulirse jugando al lado de Leo Messi, el mejor del mundo. Pese a las continuas negativas de la Juventus a dejarle marchar, parece que en los últimos días se habría abierto una puerta para una futura negociación.
La llegada de Federico Bernardeschi ha relajado a la 'Vecchia Signora', que ve en el italiano el sustituto ideal por si su estrella argentina abandonara la Serie A. Además, los 'bianconeri' siguen pendientes de la situación de André Gomes, que gusta mucho a los técnicos transalpinos y podría entrar para abaratar la operación.
Este trueque no se verá con malos ojos en el Camp Nou, y más sabiendo que Rafinha Alcántara también sería bien considerado como moneda de cambio. Habrá que esperar movimientos, pero de momento Dybala y el Barça siguen mirándose de reojo.