Leo Messi siempre maravilla, pero el Espanyol es sin lugar a dudas una de sus víctimas predilectas. Las estadísticas hablan por sí mismas, teniendo en cuenta que en 28 partidos jugados Leo Messi ha sido capaz de transformar 20 dianas contra el Espanyol -contando el 'hat-trick' de este sábado- y de repartir además nueve asistencias de gol a sus compañeros.
Es el máximo goleador histórico de los 'derbis', de la misma manera que lo es de los Clásicos contra el Real Madrid. Y es que 'La Pulga' suele aparecer en las citas importantes, y este fin de semana no quiso ser menos para certificar los tres puntos del FC Barcelona, y de esta forma, distanciar así un poco más al Barça del eterno rival en la lucha por el título de Liga Santander 2017-18.
A cada partido que pasa, Leo Messi sigue demostrando el hambre que tiene de títulos a pesar de haberlo ganado ya todo con el FC Barcelona, y de haber realizado actuaciones lo suficientemente magistrales como para ser valorado como el mejor jugador del mundo y puede que de la historia.
Pero Messi quiere más, y el partido de este sábado contra el Espanyol sirvió para demostrarlo. Recibió en la banda izquierda, en la derecha, en el balcón del área y en el interior de la misma, generando peligro desde todas partes y participando también en la elaboración del juego.
Messi, la piedra angular del Barça
Leo Messi es la piedra angular del Barcelona, y mientras él funcione el resto del equipo lo hará. De momento, sigue batiendo récords y mejorando sus registros en el Barça, con 5 goles anotados en las tres primeras jornadas de LaLiga Santander 2017-18.
Ahora toca acompañarle lo mejor posible de jugadores que fomenten su calidad, y con quienes él se entienda lo mejor posible. Con Rakitic, Iniesta, Luis Suárez y compañía ya tiene esa química. Ahora le tocará adquirirla con Dembélé, Deulofeu y el resto de caras nuevas.