Una de las grandes leyendas del FC Barcelona, Johan Cruyff, ha salido al paso de las críticas dirigidas hacia Leo Messi, tachándolas de "disparate" y señalando claramente a la directiva como principal culpable de la mala situación deportiva que atraviesa el conjunto azulgrana
En una entrevista concedida al diario croata "Jutarnji List", Johan Cruyff ha defendido a Leo Messi de las críticas y ha cargado contra la directiva del FC Barcelona, asegurando que encadena varios años sin un plan deportivo coherente y con malas influencias "de fuera del vestuario". Sobre Messi, señala que no se puede hablar maravillas de él tras un partido y una semana después criticarle. "¿Cómo puedo decir que (Messi) estaba desinteresado (en el partido contra el Atlético de Madrid) si hace sólo diez días en el Clásico estaba muy interesado y fue el mejor en el terreno? Todo giró en torno a él, marcó tres goles, dirigía, jugaba de maravilla. Puede ser una cosa u otra, no ambas".
Además, afirma que "contra el Atlético, supuestamente tan desinteresado, fue el jugador más peligroso del Barcelona". El holandés alega que "en los últimos cuatro o cinco años ha hecho errores catastróficos en su gestión. No sorprende que el equipo no tenga la continuidad que tenía en el período de 2006 a 2011, cuando ganó tres títulos de la Liga de Campeones".
"No hay un plan coherente, no hay reglas firmes. En un ambiente estable, la forma del equipo debería crecer a medida que se acercan los partidos más importantes de la temporada, y aquí no lo tenemos". Y, por último, tacha a los directivos de ser malas influencias para la plantilla culé. "Todo esto es consecuencia de las influencias que llegan desde fuera del vestuario".
Además, afirma que "contra el Atlético, supuestamente tan desinteresado, fue el jugador más peligroso del Barcelona". El holandés alega que "en los últimos cuatro o cinco años ha hecho errores catastróficos en su gestión. No sorprende que el equipo no tenga la continuidad que tenía en el período de 2006 a 2011, cuando ganó tres títulos de la Liga de Campeones".
"No hay un plan coherente, no hay reglas firmes. En un ambiente estable, la forma del equipo debería crecer a medida que se acercan los partidos más importantes de la temporada, y aquí no lo tenemos". Y, por último, tacha a los directivos de ser malas influencias para la plantilla culé. "Todo esto es consecuencia de las influencias que llegan desde fuera del vestuario".