Tras una campaña difícil para el FC Barcelona tanto a nivel deportivo -el equipo se quedó sin la Supercopa de España, la Copa del Rey y LaLiga Santander- como económico -por la crisis del coronavirus- este sábado se dio un paso para salvar el 2020 logrando el billete para la final a ocho de la Champions League que se celebrará en Lisboa. Una competición que es la obsesión del barcelonismo y, en especial, de Leo Messi.
Desde que se marchó Andrés Iniesta y recayó en el astro argentino la responsabilidad de la primera capitanía, se convirtió en una figura intervencionista tanto delante de los medios de comunicación como en el vestuario, ejerciendo de auténtico líder. De hecho, tras terminar los dos últimos partidos de LaLiga, realizó dos discursos para arengar a sus compañeros: uno muy crítico tras perder y otro optimista tras golear.
El liderazgo que ha asumido Leo Messi dentro del vestuario ha crecido hasta altas cotas y prueba de ello fueron las imágenes que se captaron en el túnel de vestuarios del Camp Nou durante el descanso del partido entre el FC Barcelona y el Nápoles. En ellas, se puede ver como el astro argentino lanza una nueva arenga sobre sus compañeros para pedirles tranquilidad en un momento en el que los culés ya ganaban por 3-1.
Leo Messi tomó la palabra justo antes de volver a saltar al césped para pedir cabeza: "Van a salir fuertes", avisó el capitán del FC Barcelona, para pedir que "no seamos pelotudos. Tenemos dos goles de ventaja, no seamos pelotudos. Hay que ir tranquilos". Sergi Roberto intervino justo después diciendo “balón, vamos a tener balón”, mientras que Luis Suárez pidió cautela: “No nos metamos en un quilombo nosotros mismos. Dale, dale”.
Entonces, Leo Messi volvió a hablarles a sus compañeros para volver a pedir calma. "Vamos a jugar tranquilos, vamos a jugar tranquilos,", repitió, añadiendo que "les hacemos ocho". Entonces, aparecieron Jordi Alba y Gerard Piqué. “Cuando recuperamos y volvemos para atrás, no se la demos al portero”, dijo el lateral, mientras que el central pidio que “no nos metamos dentro del área”.
Finalmente, el segundo tiempo no fue demasiado bueno por parte del FC Barcelona, pero el marcador no se movió y los culés lograron pasar a cuartos de final. Contra el Bayern de Múnich, el equipo de Quique Setién necesitará mejorar su versión y encomendarse a la calidad y el liderazgo de un Leo Messi al que se le ve metido como nunca en la pelea por la Champions League.