No hay adjetivos para describir, una vez más, la enésima actuación de Lionel Andrés Messi con la camiseta azulgrana. El crack argentino fue amo y señor del partido ante el RCD Espanyol, sobre todo en el segundo tiempo. Protagonista de los últimos tres goles culés, ese partido estelar le hizo merecedor del distintivo de "MVP" ante el equipo "perico" y que otorga FCBN en cada encuentro oficial del Barça.
Y es que el genio volvió a aparecer en tres acciones que le bastaron para ganarse al público y sus merecidas vacaciones. En las dos primeras se fue de todos los defensores que le salieron a su paso y en la tercera anotó de forma increíble tras una asistencia mágica de Luis Suárez. Todo empezó en el minuto 68 cuando tras un pase de Iniesta, Messi se fue de hasta seis jugadores para plantarse en la frontal del área y chutar. El rechace de Roberto fue a parar a la botas de Suarez que firmaba así su "doblete".
Posteriormente, consumidos dos minutos, Leo volvía a irse de otro buen número de rivales hasta que Reyes tocó desde el suelo el balón, desviándolo a su izquierda. Por allí apareció como un torbellino Jordi Alba para fusilar sin compasión al cancerbero espanyolista.
Recompensa para Messi en forma de gol y MVP
Cumpliendo con la justicia divina que acompaña al D10S del fútbol, Lionel no podía irse del partido sin anotar un tanto. Este llegó tras una asistencia picada de su amigo Suárez que sorprendió a la defensa rival y le dejó solo ante Roberto. Allí, con una espectacular sangre fría, sacó su puntera para batir de caño al cancerbero.
Con ese tanto el atacante argentino suma ya doce en LaLiga, igualando con Luis Suárez en la clasificación por el "Pichichi". El mejor del mundo, el mejor del último partido de 2016.